Ben Affleck se convierte en un apoyo para Jennifer Lopez tras su ruptura con Alex Rodriguez
Ben Affleck se ha convertido en el mejor apoyo de Jennifer Lopez tras su ruptura con Alex Rodriguez. Varios medios han publicado imágenes de él en lugares próximos a ella: bajando del coche de Lopez supuestamente después de que estuviera visitándola en su mansión de Los Ángeles. No habría habido una única cita y no solo en casa de la diva se habrían producido sus encuentros aunque; por el momento, no hay pruebas gráficas de la reunión de los dos ex juntos, solo de él saliendo del coche de Lopez.
Según detalla Page Six, Afflex ha visitado a Lopez tres veces desde que la artista regresó a casa tras el rodaje de Shotgun Wedding en República Dominicana. Fuentes del entorno de ambos han asegurado que solo son amigos, como lo han sido todos estos años desde que rompieron a principios de 2004.
‘Bennifer’, como los llamó la prensa, formaron una de las parejas más mediáticas y perseguidas de los primeros 2000; como dejaron claro en el video Jenny from the block en el que recreaban esa dificultad de estar siempre en el objetivo. Durante el tiempo que se prolongó su relación trabajaron juntos en dos películas de escaso éxito, Jersey Girl y Gigli, mientras preparaban su boda.
En 2002, Ben le pidió matrimonio regalándole un anillo único con un diamante rosa valorado en dos millones y medio de dólares que Barbra Streisand; el día que conoció a López en una fiesta de los Óscar, quiso ver después de lo mucho que se había dicho sobre la pieza. En 2003, pospusieron el enlace y un año después se separaron. López confesó después que la ruptura fue probablemente la primera “gran angustia de mi corazón”.
Hace unos meses, Affleck, que también acaba de romper, de manera amistosa y por cuestiones vitales, con Ana de Armas tras un año de amor, recordó aquellos tiempos en los que todavía estaban juntos en el podcast Awards Chatter de The Hollywood Reporter y achacó el final de la relación a la excesiva persecución que sufrieron como pareja.
Por 2001-Vanity Fair
