En la calle Páez del municipio Valmore Rodríguez del estado Zulia-Venezuela se teje un gran sueño para atender a la población juvenil vulnerable; se trata del Centro de Capacitación Ángel de La Guarda de Bachaquero, sin embargo, este proyecto social necesita un significativo apoyo para su cristalización.
El proyecto es impulsado por las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Ángeles; un grupo de religiosas que han sembrado una labor social humanitaria en la ciudad valmorense durante 25 años ininterrumpidos.
Cada una de las acciones de las Hermanas Angélicas se traducen en esfuerzo, constancia y amor al prójimo como lo hacía la hermana Petra Malo y ahora sus predecesoras, quienes no escatiman esfuerzo para regalar amor y sonrisas, siempre bendecidas por Santa Genoveva.
“Queremos sumar más ángeles visibles para construir el Centro de Capacitación Ángel de La Guarda de Bachaquero”, fueron las primeras palabras de la hermana Yraidy Zabala, responsable de la Congregación Hermanas Angélicas en la población.
La joven religiosa cuenta para El Regional del Zulia, por qué nació esta idea que en los actuales momentos está llamando la atención de la ciudadanía.“Durante todo este tiempo, las Hermanas Angélicas han descubierto otras necesidades fundamentales en la vida de los chamos en situación de vulnerabilidad como lo es el apoyo educativo.
Y el Centro de Capacitación Ángel de La Guarda de Bachaquero se dirige a ese norte, y lograr hacerlo con éxito, ya que la meta es garantizar la formación educativa de adolescentes que no cuentan con una mano amiga para salir adelante”, detalló Yraidy Zabala.
Indica, Zabala, que algunos jóvenes del municipio están más tiempo en las calles aprendiendo cosas nocivas, o sino buscando chatarra para vender y por subsistir, alejados del sistema escolar. “Este problema podría frenarse apostando al Centro de Capacitación Ángel de La Guarda”.
Al respecto, sostiene que la meta de las Hermanas Angélicas es formar a la gran masa de jóvenes en un oficio digno para recatarlos de las calles, delincuencia y de “tantos lobos feroces” que andan sueltos por ahí.
Sostiene que en una primera fase tienen planificado ofrecerle cursos de barbería, corte y costura y repostería.
“Queremos ampliar la oferta de conocimientos, así como también incorporar la parte deportiva y cultural, pero necesitamos espacios y para eso estamos construyendo el Centro de Formación”, detalló.
Yraidy Zabala está clara que la carrera es larga, pero confía en todas aquellas personas de buen corazón para abriles las puertas del saber a muchos jóvenes.
“Queremos que vengan, se sientan como en casa, cómodos y en confianza, que sea un pequeño oasis y se aparten de todo el desierto que viven en sus hogares y las calles para aprender algo productivo bien cuidados y alimentados”, argumentó.
Un aproximado de 60 niños y adolescentes están seleccionados para pertenecer al Centro de Capacitación y Formación Ángel de La Guarda.
¿Cómo surge la idea del Centro de Capacitación Ángel de La Guarda de Bachaquero?
El macroproyecto, que también incluye la Casa de Abrigo, nació en tiempo de pandemia y la necesidad de atender a la población de 12 años que ya no podía beneficiarse del programa alimentario del Comedor Santa Genoveva y quedaban desamparados.
En vista de esta situación, la hermana Julia había revelado que la creación de un centro de capacitación era la mejor idea y desde ese momento comenzó poco a poco el gran sueño.
“Dios sembró la semillita del conocimiento en la hermana Julia para darle vida a este proyecto”, detalló Zabala.
¿De qué trata la campaña Ángel Visible?
“La campaña consiste, tomando en cuenta las posibilidades de las personas, aporten un gratino de arena para este gran sueño como arena, bloques, cemento, cabillas, granzón, todo lo que se necesita para la construcción del Centro de Capacitación Ángel de La Guarda de Bachaquero.
Aseguró que no cuentan con los recursos necesarios para concretar la infraestructura del centro de atención.
“Tenemos un sueño, el corazón y las ganas para impulsar este proyecto. Dinero no lo tenemos, pero contamos con la respuesta de una gran comunidad que ama y se ha enamorado de esta obra de Dios”, apuntó.
Desde que comenzaron la Campaña Dona un Bloque, la receptividad de la comunidad ha sido exitosa, ya que habitantes del municipio y los que están en el extranjero se sumaron al sueño colectivo.
“El proyecto es una gran obra de Dios y lo certifica la llegada del primer bloque para la Centro de Capacitación y Formación Ángel de La Guarda que fue donado por uno niño del comedor Santa Genoveva”, recordó.
Hablan los protagonistas
Aquellos jóvenes que formaron parte del Comedor Santa Genoveva son los protagonistas de esta historia.
Juan Carlos comenta que las hermanas Angélicas lo ayudan a realizar sus tareas e investigaciones.
Erick Colina, desde pequeño asiste al comedor y dijo que vivía en la calle y llegaba tarde a su casa.
“He tenido un gran apoyo de las hermanas con estudio y queremos la casa hogar y centro de capacitación para los niños necesitados”, expresó Colina.
La más bonito de toda esta experiencia es que los propios adolescentes construyen su segundo hogar, su terreño refugiándose en el conocimiento.
Raúl Arroyo Valera
Foto: Raúl Arroyo Valera