En América Latina casi no hay investigaciones sobre este tema y, sin embargo, los artrópodos son los animales más peligrosos del mundo y los que más personas matan. Según el doctor Thomas Weitzel, lo que antes sólo se sabía de Asia, en América Latina era completamente desconocido: que los ácaros pueden transmitir graves enfermedades infecciosas a los seres humanos. Por lo tanto, los hallazgos de Chile son aún más notables.
«Lo que hemos descubierto ahora es que la fiebre rickettsial, el ‘tifus de los matorrales’, también existe en Chile. Sabemos que existe en la isla de Chiloé, pero también en el continente. Hasta ahora hemos diagnosticado 150 casos. Y la distancia entre los casos que hemos encontrado hasta ahora es de 2.000 kilómetros, por así decirlo; empieza en el sur, en Tierra del Fuego, y llega hasta la región del Biobío», informa el doctor Thomas Weitzel, en entrevista con DW. Especialista en medicina interna, microbiología, medicina tropical e infectología, procede de la Charité, el hospital más prestigioso de Berlín, y actualmente vive y trabaja en Chile.
Enfermedad infecciosa peligrosa
Sospecha que zonas mucho más extensas de América Latina están afectadas por los ácaros y la rickettsiosis de lo que se sabía hasta ahora, porque las bacterias descubiertas, las rickettsias, no existen solo en una zona, sino que están dispersas por una extensa área con diferentes zonas climáticas. En Tierra del Fuego hace mucho frío y el norte de Chile es templado. Si hay ácaros en ecosistemas tan diferentes, podemos suponer que también están presentes en otros países de América Latina.
La rickettsiosis es una enfermedad infecciosa muy peligrosa. Los patógenos se multiplican en las células de las paredes de los vasos y desencadenan una vasculitis, una inflamación de los vasos, que afecta a todo el organismo. El paciente tiene fiebre alta ya menudo también una erupción cutánea típica, el exantema, de ahí el nombre de fiebre manchada. En las formas graves, el 30 por ciento de los casos son mortales. Esta enfermedad se conoce en EE.UU. como fiebre maculosa de las Montañas Rocosas o en Brasil como fiebre maculosa brasileña. Allí, sin embargo, la enfermedad es transmitida por garrapatas y no por ácaros.

Así se ve una lesión cutánea típica tras una picadura de ácaro.
POR: DW