Ciencia y Tecnología.- Sí, China ha hecho que nuestros días sean más largos, aunque en realidad no nos demos cuenta. Hace poco, David Broncano habló en La Revuelta sobre cómo el llenado de la Presa de las Tres Gargantas ha hecho que la rotación terrestre sea un poco más lenta y, en consecuencia, los días más largos. Con ello hizo referencia a una cuestión que ha sido calculada recientemente por la NASA, concretamente por un científico chino, el geofísico Fong Chao.
En realidad, esta no es una novedad. La NASA lleva advirtiendo sobre los efectos de la Presa de las Tres Gargantas desde 2005. Después se han hecho numerosos estudios que no solo lo han confirmado, sino que han arrojado una cifra concreta. Nuestros días son 0,06 microsegundos más largos a causa de esta gran construcción china.
Pero este no es el único motivo por el que se ralentiza la rotación terrestre. Hay muchísimos fenómenos que hacen que nuestro planeta gire más despacio. Uno que se hace cada vez más común, por desgracia, es la fusión de los casquetes polares. En casi todos los casos, el motivo es el mismo: cambios en la distribución de las masas que alteran el eje de rotación.
¿Qué ocurre con la Presa de las Tres Gargantas de China?
Nuestro planeta está compuesto por tres cuartas partes de agua, que lleva muchísimo tiempo distribuida más o menos de la misma forma. Si de repente buena parte de ese agua se desplaza, la distribución de las masas del planeta también lo hace.
La Presa de las Tres Gargantas de China, cuando se llena por completo, alberga 40 billones de litros de agua. Sabemos que la densidad del agua es de 1kg/l. Por lo tanto, 40 billones de litros equivalen a 40 billones de kilogramos. Es una masa enorme que se ha desplazado a un punto concreto.
Imaginemos ahora a un patinador sobre hielo girando sobre un punto, de modo que su cuerpo es su eje de rotación. Cuando acerca los brazos al cuerpo, gira más deprisa. En cambio, cuando los abre, alejándolos del cuerpo, gira más despacio. Con la Presa de las Tres Gargantas pasa lo mismo. Se aleja masa del eje de rotación terrestre, de modo que nuestro planeta gira más despacio sobre sí mismo y, como consecuencia, los días son más cortos. Solo un poquito más cortos. Esos 0,06 microsegundos no nos suponen casi nada, pero sí nos indican lo lejos que llega la mano humana.
¿Qué otros fenómenos pueden ralentizar la rotación terrestre?
El hecho de que una sola construcción humana sea capaz de afectar la rotación terrestre genera un gran revuelo siempre que se comenta. Sin embargo, parece que no nos sorprendemos tanto cuando nos hablan de la misma consecuencia cuando la provoca el cambio climático. Porque sí, el calentamiento global, asociado a este, está derritiendo los casquetes polares y esa masa de agua que antes se concentraba congelada en los polos se está alejando de ellos en estado líquido. Se cree que este efecto puede hacer los días más largos en el orden de los milisegundos. Sería un efecto más intenso que el de la Presa de las Tres Gargantas de China.
Todo esto, en principio, no nos afecta. En realidad, los días llevan mucho tiempo haciéndose más largos. Se calcula que hace 1.400 millones de años un día terrestre duraba unas 18 horas. Actualmente, de hecho, los días se ralentizan a un ritmo de 1,8 milisegundos por siglo.
Y eso, en cierto modo, ha sido beneficioso para nosotros como planeta. Hay científicos que creen que los días cada vez más largos han propiciado que haya más concentración de oxígeno en nuestra atmósfera, porque las bacterias fotosintéticas tenían más horas de sol para obtener su energía, regalándonos oxígeno en el proceso.
Todo esto parecía deberse a fenómenos naturales que afectan a la rotación terrestre, desde los terremotos hasta la influencia gravitacional de la Luna, que poco a poco se aleja de nosotros. Sin embargo, el cambio climático, la excavación de pozos y la construcción de grandes masas artificiales de agua, como la Presa de las Tres Gargantas, están acelerando el proceso. Aunque no afecte a nuestro día, es un claro ejemplo de lo lejos que llega la actividad de los seres humanos en la Tierra. Esto puede parecer poca cosa, pero igual que somos capaces de ralentizar todo un planeta, nuestras acciones pueden llevarlo a situaciones mucho peores.
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