Salud. Desde que en el 2018 se anunció la impresión en 3D de las primeras córneas humanas por científicos de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, el proyecto avanza y está cerca de realizarse las primeras pruebas en humanos. Esto significa que la técnica podría ser utilizada en el futuro para asegurar un suministro ilimitado de córneas.
Como la capa más externa del ojo humano, la córnea tiene un papel importante en el enfoque de la visión. Sin embargo, hay una escasez significativa de córneas disponibles para trasplantes, con 10 millones de personas en todo el mundo que requieren cirugía para prevenir la ceguera corneal como resultado de enfermedades como el tracoma, un trastorno ocular infeccioso.
Además, casi 5 millones de personas sufren ceguera total debido a cicatrices corneales causadas por quemaduras, laceraciones, abrasión o enfermedad.
La investigación de prueba de concepto, publicada en Experimental Eye Research, informó en junio de 2025 demuestran que el proyecto sigue avanzando con pasos firmes, al lograr, utilizando una «bio-tinta» compuesta por alginato, colágeno y células madre del estroma corneal de una córnea de un donante sano; recrear estructuras funcionales y viables del tejido ocular.
Utilizando una sencilla bio-impresora 3D de bajo coste, la bio-tinta fue extruida con éxito en círculos concéntricos para formar la forma de una córnea humana. La técnica desarrollada permite imprimir una córnea en menos de 10 minutos, manteniendo vivas las células madre y replicando con precisión la forma del ojo del paciente a partir de un escaneo.
Proyecto fascinante
Este avance es una innovación médica fascinante que responde a una necesidad urgente: millones de personas en el mundo requieren trasplantes de córnea, pero hay una gran escasez de donantes.
Aunque aún se requieren años de pruebas antes de que estas córneas puedan usarse en trasplantes reales, el estudio demostró que es factible crear tejidos personalizados, lo que abre la puerta a un suministro potencialmente ilimitado de córneas para quienes las necesitan.
Este hito revolucionario permite adaptar la forma de la córnea a cada paciente a partir de un escaneo previo, lo que abre la posibilidad de generar tejidos personalizados.
Aunque aún no se han iniciado ensayos clínicos en humanos, el objetivo a mediano plazo es superar las pruebas de seguridad y eficacia necesarias para su uso clínico, lo que podría revolucionar el tratamiento de la ceguera corneal y eliminar la dependencia de donantes.
En palabras de los propios científicos, este avance no solo representa una solución médica, sino también una esperanza tangible para más de 10 millones de personas que esperan un trasplante. La medicina regenerativa está cada vez más cerca de cambiar vidas, gracias a la bioimpresión.
Se ha dado un paso gigantesco hacia el futuro de los trasplantes y la medicina regenerativa.
