Cuando Microsoft anunció su gran apuesta por la inteligencia artificial en el ordenador personal, Copilot+, prometió que los equipos con Windows con esta tecnología serían los más rápidos e inteligentes hasta el momento.
Ahora, después de meses de espera, al fin han empezado a llegar al mercado en España los primeros ordenadores con Copilot+, como el nuevo Lenovo Yoga Slim 7x, que he tenido la oportunidad de probar en las últimas semanas.
Como te contaba en el análisis detallado del ordenador de la marca china, estoy convencido de que Copilot+ tiene un gran potencial de futuro y que a día de hoy ya es un aliado casi perfecto para llevar la productividad a otro nivel
No obstante, el panorama de Copilot+ a día de hoy aún tiene muchas cosas en las que le veo un amplio margen de mejora, y creo que la senda de mejora para Microsoft no está en competidores como Apple sino en otra categoría de dispositivo: el smartphone con IA.
Los PC con IA aún no son los más potentes, a diferencia de los móviles
El primer problema que le veo a Copilot+ es que de momento no está presente en los ordenadores con mayor rendimiento, así que de momento es complicado decir que la promesa de Microsoft en este sentido se haya cumplido.
El Lenovo Yoga Slim 7x de 14 pulgadas presenta una credenciales respetables –en especial para ser un ultraligero tener un diseño bastante compacto pensado en la movilidad– pero los principales benchmarks aún lo sitúan a una distancia importante de los portátiles con mayor potencia del momento.
En gran parte esto se debe a que de momento solo hay un fabricante de procesadores para ordenadores que está certificado para ejecutar Copilot+, y no es ninguno de los líderes en la actualidad, sino Qualcomm gracias a sus chips Snapdragon X Elite. Su unidad neuronal (NPU) de 40 TOPS está especialmente dirigida a la inferencia de IA de una forma más rápida y local.
Esto acerca a Qualcomm más que nunca a la élite en el mundo de los chips para PC y hace más difícil que nunca elegir portátil, pero no tiene nada que ver con lo que pasa por ejemplo en los móviles.
Hoy en día todos los móviles, tengan o no un enfoque claro en la IA, funcionan con los mismos modelos de chips de gama alta, solo que en sus versiones más recientes, como el Snapdragon 8 Gen 3, también de Qualcomm, o el MediaTek Dimensity 7300.
Esto permite que no haya que elegir entre el móvil más potente del momento y otro tenga un mejor uso de la IA, algo que sí sucede en los ordenadores a día de hoy. Y es algo que no cambiará hasta que marcas como Intel y AMD adapten sus arquitecturas a Copilot+, algo que no ocurrirá al menos hasta 2025.
Copilot+ aún se siente como una app independiente

Aunque si tengo que destacar algo que me hace sentir que Copilot+ aún va por detrás de los avances en IA que se han visto en los móviles, ese sería el hecho de que se sienta como una app independiente y no como una experiencia trasversal durante el uso habitual.
Copilot+ reside en un acceso directo en la barra inferior con el que básicamente es como si entrases en ChatGPT –de hecho funciona con la IA de OpenAI– pero sin la necesidad de hacerlo a través de la web, lo que resulta bastante cómodo porque no dependes tanto de la conexión.
Lo malo es que la app de Copilot+ no se distingue apenas de lo que te encuentras en la web, porque al final es una interfaz en blanco a la que tú tienes que escribir, hablar o adjuntar archivos pero que no ofrece funciones adicionales ni predictivas basadas en el uso.
Quizá por el miedo de repetir lo que pasó hace décadas con Clippy, Microsoft se ha esforzado mucho en que la IA de Copilot+ no sea una experiencia molesta en el uso cotidiano, pero con ello creo que pierde bastante la oportunidad de lograr que su IA sea verdaderamente productiva y predictiva.
Estas son las dos únicas funciones de IA en Copilot+ fuera de la app

De momento, las dos grandes excepciones que hacen que Copilot+ no sea solamente una app en tu PC son las funciones Recall y Cocreator.
Recall, que comienza a estar disponible desde la actualización de Windows 24H2 para equipos con procesadores ARM64, es una de las novedades más polémicas en el sistema operativo de Microsoft en mucho tiempo, pero con una utilidad que me ha parecido innegable.
Para activarla, debes ir al apartado Privacidad y seguridad en la aplicación de configuración, acceder a Historial de actividades, como se conoce la función en español, y habilitar la recopilación de las capturas de pantalla y de la forma que usas las aplicaciones y servicios.
Personalmente, no recomiendo que actives esta función en un ordenador de trabajo o que no sea tuyo por motivos de privacidad, pero si es un PC personal, me parece una forma perfecta de recordar esa web en la que encontraste una receta o dónde estaba la función que usabas en una app que no abres desde hace mucho tiempo.
No deja de ser como un historial de navegación inteligente y creo que es justo el tipo de cosas en las que la IA marca la diferencia para bien en el uso cotidiano.
En el caso de Cocreator, Copilot+ no solo permite que crees imágenes con Dall-E desde la app principal, sino que también permite hacer modificaciones en tus fotografías ya existentes a través de la app de Fotos.

En este sentido, se parece mucho a lo que encuentras en móviles de marcas como Samsung, ya que su principal función en la actualidad es la de modificar una fotografía para ajustar su estilo, con opciones como acuarela, fantasía, surrealismo y anime.
No obstante, son muchas menos las opciones de personalización –por ejemplo me habría gustado encontrar un borrador mágico como el de Google– y sobre todo la calidad que se consigue de momento me ha parecido inferior a lo que me he encontrado en smartphones de gama alta.
En general me parece que estas dos únicas funciones de IA de Copilot+ aún están algo atrasadas con respecto a lo que se puede encontrar en algunos móviles de gama alta con Galaxy AI, por ejemplo, en la que las funciones son muchas más y en la mayoría de casos están más afinadas.