El reciente arresto del CEO de Telegram, Pavel Durov, en Francia ha dado pie a una serie de cambios que ya se están empezando a notar. ¿La razón? Las autoridades francesas dicen que Telegram se está usando para aspectos nada legales, como compartir material de abuso infantil y tráfico de drogas. Y lo peor es que acusan a la empresa de no querer colaborar con la policía.
El gran problema aquí es que precisamente esa característica de absoluta privacidad y de no interferencia en los chats es lo que ha catapultado esta app a la fama. Ahora es lo que la ha llevado a lo más hondo, argumentando que la plataforma se ha convertido en el lugar perfecto para actividades ilegales.
Después de que lo arrestaran, Durov salió a decir que sí, que van a empezar a vigilar más lo que pasa en la app. «El aumento abrupto de Telegram en el número de usuarios a 950 millones causó dolores de crecimiento que facilitaron que los delincuentes abusaran de nuestra plataforma», comenta.
«Es por eso que me propuse como objetivo personal asegurarme de que mejoramos significativamente las cosas en este sentido. Ya hemos comenzado ese proceso internamente y compartiré más detalles sobre nuestro progreso con ustedes muy pronto», añade.
El segundo gran problema viene ahora, precisamente con sus usuarios, abriendo la veda a un gran debate. Por un lado, es bueno que quieran combatir estos aspectos y perseguirlos, protegiendo de esta forma también a las personas. Pero por otro, muchos usuarios están preocupados. Se preguntan: «¿Significa esto que van a leer todos los mensajes?».
Lo cierto es que Telegram está en una situación complicada. Tienen que encontrar un equilibrio entre mantener la privacidad que tanto les gusta a sus usuarios y, al mismo tiempo, asegurarse de que no se use la app para cosas ilegales. No es una tarea fácil.
Lo más probable es que Telegram no vaya a cambiar su plataforma de la noche a la mañana. Seguramente buscarán una forma de mantener la privacidad lo más posible, pero siendo más estrictos con las denuncias y colaborando al 100% con la policía cuando haya sospechas de algo ilegal.
En los próximos meses, será interesante ver qué sucede y cómo afectará a Telegram este cambio. ¿Perderán usuarios? ¿Lograrán mantener su esencia mientras cumplen con las leyes?