Internacionales.- El ministro de la Defensa de Colombia, Pedro Sánchez Suárez, denunció la mañana de este viernes 7 de marzo que 29 uniformados de la Fuerza Pública de ese país fueron secuestrados por presuntos integrantes del grupo Carlos Patiño, de las disidencias de las FARC, y «pobladores instrumentalizados».
Sánchez Suárez indicó en un video difundido en redes sociales que los hechos ocurrieron la noche del jueves 6 del citado mes en los caseríos de El Plateado y La Hacienda, situados en los municipios de Argelia y El Tambo en el departamento del Cauca, donde el Ejército lanzó el pasado mes de octubre la llamada «Operación Perseo» para quitarle el control de la zona a una disidencia de las antiguas FARC.
Si bien no dio la identidad de los atacantes, sí dijo que la Fiscalía de Colombia trabaja para lograr la identidad de los que se infiltraron en las instalaciones de seguridad y perpetraron el ataque. Además, medios locales indican que la mayoría de los que están en poder de la guerrilla son miembros de la Policía que ayudaron a repeler una asonada de pobladores de El Plateado contra el Ejército y que además «incendiaron dos vehículos oficiales».
El 12 de octubre de 2024, el Ejército de Colombia puso en marcha la ‘Operación Perseo’, con más de mil soldados, para retomar el control de El Plateado, el principal bastión del grupo Carlos Patiño, una facción del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas FARC, que se dedica al narcotráfico.
Sin embargo, cinco meses después el despliegue militar no ha dado el resultado esperado y las disidencias siguen controlando la zona.
«Desde su ingreso a la región, la Fuerza Pública ha enfrentado constantes amenazas por parte del Carlos Patiño, que busca sembrar miedo, zozobra y frenar la llegada de proyectos sociales y de desarrollo que benefician a las comunidades», agregó el ministro.
Además, responsabilizó a la disidencia por la integridad física de estas personas.
Colombia atraviesa su más grave ola de violencia en la última década con distintos focos en el noreste y suroeste del país. La escalada pone en jaque la apuesta del Gobierno de lograr el desarme de todos los grupos armados en el territorio, para desactivar un conflicto interno de 60 años.
EFE / DW.
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