POR: ANTONIO URDANETA AGUIRRE
ENTÉRATE Y SÚMATE
Nada más riesgoso para un analista que abordar los temas históricos sobre el acontecer de un país. Es casi imposible hacer afirmaciones al respecto, con precisión y certeza absoluta, porque las crónicas que describen los hechos que ocurren a través del tiempo, siempre están matizadas de subjetivismo y de tonos ideológicos.
Sin embargo, a sabiendas de que puedo estar equivocado, me atrevo a señalar que el pensamiento democrático, en el caso de nosotros los venezolanos, se desarrolló a la par de los espacios de libertad que fuimos conquistando. Porque ésta y la democracia son hermanas gemelas; separadas, ninguna de las dos tendría vigencia. En este mismo sentido podría pensarse que a partir del 19 de abril de 1810, la semilla de la democracia empezó a germinar en la conciencia de nuestro pueblo, a pesar de que sus gobernantes y sus dirigentes políticos, en el transcurso de 130 años aproximadamente, se desentendieron, casi la totalidad de ellos, de las inquietudes democráticas de la gente.
En sintonía con los criterios ya emitidos y el propósito central de este artículo, quiero decir que, a mi juicio, las inquietudes democráticas de los venezolanos, salvo que haya opiniones convincentes en contrario, empezaron a ser canalizadas en 1928. En efecto, ese año, cuando estaba en su apogeo la férrea y sanguinaria dictadura gomecista, un corajudo y atrevido grupo de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela desafió al dictador.
Esos muchachos, a cuya cabeza estuvieron Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba, trascendieron en el tiempo como La Generación del 28. A partir de ese momento la política, en su expresión civilista, empezó a ganar espacio en Venezuela. Tanto es así, que muerto el dictador Juan Vicente Gómez en diciembre de 1935, su sucesor, el General Eleazar López Contreras, a partir de 1936 permitió el ejercicio de algunas libertades que muy esporádicamente habían tenido vigencia en el país. Además de esto, en un acto de acentuado patriotismo, se despojó de su uniforme militar, gesto civilista sin antecedentes notables hasta entonces.
Pues bien, al final de un recorrido de altos y bajos en el quehacer político nacional, la mayoría de los protagonistas de La Generación del 28, después de haber cruzado el país de Norte a Sur y de Este a Oeste, tres o cuatro veces, enseñándole al pueblo la importancia de sus derechos y garantías, ya con el aval de ese pueblo, decidieron constituir un partido político. Nació así el entonces conocido Partido del Pueblo, protocolizado con el nombre de Acción Democrática. Este trascendente hecho histórico ocurrió el 13 de septiembre de 1941. Se puede decir que ese día nació la democracia en Venezuela: hoy debería celebrarse como efemérides nacional. ¡Felicitaciones a los adecos en su 80° aniversario!
ANTONIO URDANETA AGUIRRE
Educador – Escritor
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@UrdanetaAguirre