jueves, marzo 28, 2024
OPINIÓN

EL DISCURSO DE LA CONSPIRACIÓN YANQUI Y UN CAPÍTULO DE LA SERIE DE GUAIDÓ

GIAN CARLO DI MARTINO

1.- Postrecitos de Huevos Chimbos:

* Diciembre ha sido un mes de victorias. Sin dejar de reconocer la crisis económica y las duras consecuencias del covid-19, los triunfos de las elecciones legislativas nos llenan aún más de esperanza, así que aprovechemos las navidades para reflexionar sobre nosotros, en nuestras familias, en el futuro de esta patria que nos dejó Chávez; sigamos adelante con fe, optimismo, pasión revolucionaria… Gracias a todos, amigos, amigas, consecuentes lectores y lectoras… Les deseo unas Felices Pascuas y un Próspero 2021. ¡Venceremos!

* No escuché conversaciones secretas entre Leopoldo López e Iván Duque en Colombia, pero la oposición nacional e internacional se mueven en tres escenarios: 1) La conspiración contra el presidente Nicolás Maduro, que es algo permanente 2) El botín del robo de Citgo y Monómeros; Guaidó hizo fiesta con esa plata, por lo que Leopoldo López quiere poner orden y controlar él personalmente todos esos dólares. 3) Joe Biden. Los opositores están desesperados con respecto a la decisión que sobre la mafia de ellos con Trump debe tomar el presidente electo de EEUU…

* ¿Que ocurrió con el escándalo de la consulta popular de Guaidó? ¿Ya se terminó? Pareciera que a los opositores les gusta que los engañen. Guaidó derrotado solo intenta mantener el robo en Citgo y Monómeros. Y con esa consulta pretendía una bombona de oxígeno, hacerle un guiño al presidente Joe Biden, y ver si puede continuar saqueando la nación y conspirando contra el pueblo venezolano. Guaidó ya no es Guaidó; Guaidó es toda esa mentira que publica la canalla mediática a favor de él, porque también se lucra de su robo. Cero imparcialidad y objetividad.

* Así son esos miserables del terrorismo en Venezuela: Leopoldo López, Guaidó, Antonio Ledezma, Capriles Radonski, Julio Borges, Ramos Allup, los hermanos Guanipa, Carlos Vecchio… Les piden a los gringos sanciones, disfrutan cuando nos bloquean la gasolina, los alimentos y las medicinas, suplican que nos invadan militarmente, incluso, lo intentaron por Cúcuta en Colombia; pero aparecen muertos como los que hallaron en las costas de Güiria en Sucre, y culpan al Gobierno, por eso perdieron las elecciones legislativas, fracasaron en su consulta y seguirán fracasando.

* Aquí se ve clara la articulación de los terroristas nacionales con los internacionales. Luis Almagro, quien insiste en hacer de la OEA una madriguera, sin esperar las investigaciones de las autoridades sobre las personas localizadas sin vida en las costas de Güiria, ataca al Gobierno revolucionario y se olvida de la matanza de líderes sociales de Iván Duque, exterminio que ejecuta este narco por seguir aferrado al poder en Colombia. Todos los muertos duelen, pero a esos criminales no les importa la vida de los venezolanos, sino nuestras riquezas y eso pasa por defenestrar la revolución. Por eso la solidaridad automática de Almagro con los golpistas venezolanos.

2.- El discurso de la conspiración yanqui…  Comparto la posición planteada por el camarada Mario Silva en el programa La Hojilla del martes 8 de diciembre. Creo que nosotros debemos eliminar del discurso la posición de los gringos con respecto a las decisiones que se toman en la Patria de Bolívar. En Venezuela hay todo un debate diario acerca de si el gobierno norteamericano y sus países satélites reconocen o no las elecciones legislativas o alguna resolución, iniciativa, que se tome en el país inherentes a nuestras funciones como estado, como nación, como pueblo que decidió vivir en libertad. Que los EEUU y sus países satélites no reconocen al gobierno revolucionario ¿Y? Siendo una nación soberana con un presidente resteado como Nicolás Maduro, nos debe importar un carajo que esos conspiradores nos reconozcan o no. Quisiéramos tener relaciones con todos los países del mundo, en eso hace un trabajo impecable nuestro canciller, Jorge Arreaza, pero hay presidentes que entre más se les habla en el marco del respeto mutuo, de las leyes que rigen las relaciones internacionales, del multilateralismo, más responden con acciones golpistas… Allá ellos… El debate diario de los venezolanos debe centrarse exclusivamente en los retos de progreso y desarrollo que se plantea con la nueva AN y, por supuesto, estar alerta ante el acecho de las maniobras conspirativas internas y externas.

3.- Un capitulo para la serie de Guaidó…Como siempre expreso: ojalá alguien se inspire en una apuesta televisiva como la colombiana Matarife, que deje constancia de las andanzas delictivas de Juan Guaidó. Ahora se me ocurre este capítulo. “El Rastrojo” discutiendo con Juan Pablo Guanipa (a) “Vende Campaña”, en un chat vía zoom.  Tecleaba impetuoso, se pasó una mano por la cara en señal de negación e incredulidad; empujó el teclado impulsándose hacia atrás en la silla, intentó levantarse, se quedó sentado. Fabiana Rosales, “La Primera Rastrojo de la República”, le llegó por detrás, lo abrazó y dándole un beso en la cabeza le dijo tiernamente:

– ¿Qué le pasa a mi esposito, que ya casi las mandíbulas le arrastran el piso?

– ¡Nada! –respondió el terrorista malhumorado, sin embargo, “La Primera Rastrojo” continuó:

– ¿Papi, dime una cosa, tú te quieres fugar del país? Ay amor, ¡yo no me quiero ir!

-No sé Fabi, pero si tenemos que fugarnos, nos fugamos. Yo no voy preso.

– ¡Ay Juan!

– ¡Ay Juan qué ¿no te gusta, Miami, Europa?!

-Sí amor, pero yo le tengo miedo a la frontera de Colombia.

– ¡¿Y qué quieres, viajar en primera clase para que la dictadura me aprese en el avión? Yo cuento con el pana Iván Duque, ese controla todos los narcoparacos de la frontera.

-No sé Juan – Fabiana seguía dudosa-. Guaidó la miró, quiso hablar, no respondió. Y ella siguió:

– Papi, ¿en ese monte hay cucarachas?

– ¡Coño, Fabi, esa es la frontera, allí hay selva, animales salvajes, serpientes, aves, pájaros, insectos, de todo…

– ¡¿Viste? ¿Viste?! ¡Papi tu sabes como yo le tengo miedo a las cucarachas!

– ¡Quédate si te da la gana!

– ¡No me grites Juan Gerardo, deja la rabia ya! ¿Con quién hablabas? Bueno, si se puede saber, porque te puso… ¡Diosss!

– Con el oportunista Juan Pablo Guanipa.

– Ah yo creía que con Capriles, porque ese también se quitó la careta. Nada más te ataca a ti.

– Le escribí, pero no se conectó.

– ¿Y qué quería Juan Pablo? ¿Plata? Porque desde que la dictadura puso preso a mi Roland andan desesperados… Que le dé dólares Manuel Rosales de la tajada de Monómeros… Tan bello mi Roland… Qué estará haciendo ahorita. Recuerdo la vez que íbamos a una fiesta y me puse el vestido que trajimos de Miami, y me perfumé con aquella colonia que compré aquí en Caracas antes de ser “La Primera Rastrojo”, ¿te acuerdas? Apenas entró, se tapó la nariz y me gritó: te bañas y te echas el Coco Mademoiselle de Chanel… papi a mí me hace falta Roland.

– ¡Será a ti!, porque a mi me tenía una tronera hecha pasándome facturas de reuniones falsas, para coger más plata y comprarle una camioneta a su amigo.

– ¡Ay papi no seas así, cálmate ya, te va a dar algo, chico!

– ¡Me arrecha, todos me dicen aguanta, resiste! Juan Pablo también viene con la paja de que debo enfrentar la dictadura así sea desde la cárcel… Claro como él y su hermano se la pasan con un trago de 18 años en la boca muy tranquilos…Lo mismo Leopoldo López, vive en España mejor que el rey, no tiene problemas, el problema lo tengo yo. A mí es que me tienen ganas.

– Bueno, amor, tu sabes, que Leopoldo lo que quiere es manejar toda la plata de Citgo y Monómeros. Imagino a la cuaima de la Lilian Tintori detrás, te están robando, te están robando.

– Sí, ese fue a Colombia a conspirar con Duque y a buscar la plata de Monómeros. Eso es lo de él.

– Ese “Vende Campaña” es otro traidor, antes quería que te fueras, ve que si en ese tiempo te vas, se autoproclama él presidente así sea debajo de una mata ‘e mango en Maracaibo…

– Claro, pero ahora le tiene miedo a la nueva Asamblea.

-Papi, ¿tú también le tienes miedo a la nueva Asamblea? Guaidó volvió a mirar a Fabiana, se quedó pensando, no respondió.  Y la “Rastrojo” viendo su silencio, continuó hecha un mar de cariño:

– Ay esposito no nos vamos, esperemos que tome posesión Joe Biden, tal vez nos apoya.

– No sé, Fabiana, la dictadura me quiere ver cuanto antes uniformado y entre rejas.

– Y ese uniforme de la cárcel es bien feo, papi.

Guaidó se levantó, la rabia se le desbordó en un par de lágrimas que se abrieron paso en su rostro brotado; le metió un manotazo a la mesa de la computadora y siguió a su habitación; Fabiana antes de que entrara le gritó: ¡Esposito, hey, esposito, Juan Gerardo, chico, dile al señor Elliott Abrams que nos envíe un ‘mata cucarachas’ de EEUU, los de aquí no sirven, hey, hey!

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