Deportes.- El Borussia Dortmund enjugó parte de la crisis que atraviesa con una remontada ante un manso Lille (1-2) para clasificar ayer para los cuartos de final de la Liga de Campeones con un marcador global de (2-3), en los que le espera el Barcelona.
Los finalistas de la pasada edición, que atraviesan una crisis que amenaza el puesto de su entrenador, Niko Kovak, se aferraron a la competición que puede darles oxígeno, a condición de superar a los de Hansi Flick, que en diciembre los vencieron en la fase de grupos 2-3.
El lateral brasileño Ismaily robó un balón a Adeyemi, lanzó una rápida contra por la izquierda que sorprendió a la zaga visitante y centró raso al primer palo, donde David remató manso, pero un error del arquero Kobel, que se le balón se escapó de las manos y se le fue entre sus piernas para el 1-0.
En el tiempo añadido, un disparo de Gross llevó el miedo a las gradas francesas en un disparo que rozó el larguero, un aviso de lo que les esperaba en el segundo tiempo.
Con el Lille agazapado, los de Kovac fueron encontrando huecos y rompieron la línea defensiva francesa en el minuto 52, en una buena combinación entre Brandt y Guirassy, que cayó en el área ante Meunier, un ligero contacto que el árbitro suizo Sandro Scharer interpretó como penalti.
Emre Can transformó la pena máxima y el jarro de agua fría se sintió en las gradas y en los jugadores de Genesio.
A la hora de juego, Haraldssonn puso a prueba a Kobel en un disparo desde 20 metros, pero fue solo una ilusión para los franceses, que se vieron superados por el Borussia.
Adeyemi estrelló otro balón en la cruceta en el minuto 62 y tres más tarde Beier tuvo mejor puntería y encontró la escuadra de Chevalier.
El tanto serenó a los germanos, mejor asentados en el campo ante un Lille que se puso en manos de Jonathan David, que tuvo una buena ocasión en el minuto 79 y sirvió a Akpom en el 84, pero el inglés cabeceó con poca convicción.
EFE