lunes, mayo 6, 2024
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El Real Madrid, muy superado por el Chelsea, cae eliminado de la Champions (2-0)

  • El Real Madrid se despide de la Champions con una derrota en el partido de vuelta de la semifinales en Londres. El equipo de Zidane pudo ser goleado y paga la fatiga de la temporada

El cansancio mató al Real Madrid. El equipo de Zidane ha tenido 58 lesiones esta temporada y muchos de sus jugadores han estado contagiados por el coronavirus. Esta fatiga, la inactividad con la que jugaron varios de sus jugadores más importantes en Stamford Bridge, ha hecho mella en una eliminatoria en la que el Chelsea ha demostrado ser más poderoso. El Real Madrid fue superado por un equipo con más fuerza, energía e ímpetu y un bloque inaccesible.

Llegó vivo al partido de Londres porque el Chelsea perdonó demasiado en Madrid. El equipo inglés llevó al límite a los de Zidane y así era imposible mantener el ritmo competitivo. El Madrid ha hecho un ejercicio de supervivencia en los dos partidos, pero no le llegaba con la clase de sus mejores jugadores. Ni con el oficio. Ha sido superado y ahora le queda luchar por la Liga.

Una de las tantas diferencias entre el Chelsea y el Real Madrid es que el equipo inglés era imprevisible y el de Zidane estaba atascado. El Chelsea consiguió desactivar el juego ofensivo con un bloque compacto, que no deja espacios y que resulta incómodo. El Madrid se fue al descanso con el gol en contra de Werner y una sensación de impotencia. Chocó con un muro. Era frustrante ver cómo Modric, Kroos y Hazard, los tres que combinaban por los pasillos centrales, no tenían fluidez y sufrían para conectar con Benzema. Otra de las conclusiones de la eliminatoria y el final de la temporada es que al Real Madrid le hace falta un goleador.

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El partido fue una angustia para los de Zidane. El armazón del Chelsea anuló las ideas y el juego de los jugadores más creativos. Lo poco que llegó el Madrid en la primera parte fue en dos acciones individuales de Benzema. Una en un remate, girándose de espaldas en la frontal del área, que despejó Mendy. La otra un cabezazo, en un centro de Modric, con otra excelente intervención de Mendy. El portero no tuvo mucho trabajo, pero lo que le llegó lo resolvió porque también era un muro.

Hazard, desaparecido

La energía, el físico, la movilidad y la agresividad también marcaron las diferencias entre los dos equipos. Se fue el Madrid al descanso con un gol en contra y varios sustos. Al Chelsea le anularon un gol por fuera de juego de Werner. El delantero estaba ligeramente más adelantado. El Chelsea, bien juntito y ordenado, era infranqueable y cuando se decidían a ir a la presión conseguían castigar en acciones directas. Explotaron la banda derecha que ocuparon Militao y Vinícius. Zidane decidió que prefería una defensa de tres, regresó al once Sergio Ramos, y lo protegió con Nacho y Militao. No quiso a Odriozola y el experimento de poner a Vinícius de carrilero no sirvió para darle profundidad al juego exterior. Vinícius estuvo voluntarioso, pero se le vio tierno y descolocado. No estaba cómodo. Sufrió y el Chelsea insistió con Mount y Chilwell por ese punto débil.

El gol de Werner llegó con una de estas acciones en las que Kanté rompe el partido con su agresividad en la presión y la conducción en vertical. La explosividad de Kanté desbordó la defensa del Madrid, el francés conectó con Havertz y el disparo de este pegó en el larguero. El balón cayó, pero ya no estaba Courtois en la portería, que había salido a tapar a Havertz. Llegó Werner, más rápido que los defensas del Madrid, para marcar de cabeza. El Chelsea mató en lo que es su especialidad. Presionar fuerte, jugar vertical y llegar con contundencia.

El Real Madrid se fue al descanso con poca aportación de Eden Hazard. Era un partido señalado para un jugador del que se esperaba que diera un paso adelante y marcara las diferencias. Ni un solo disparo a portería del belga, al que se le notaron la inactividad y la falta de ritmo para romper entre líneas. También la inspiración. El segundo tiempo empezó con un cabezazo de Havertz, en un salto poderoso que gana a Militao, y el balón al larguero. La máquina del Chelsea, con más gasolina por la energía y contundencia de sus jugadores, volvía a dar otro importante susto al equipo de Zidane. Momentos de apuros para un Real Madrid que seguía incómodo y sin ideas para imponer su juego.

El castigo del Chelsea fue a más con otra llegada directa de Mount y su disparo por encima del larguero de Courtois. El partido estaba más cerca del segundo tanto de los ingleses que del gol que necesitaba el Madrid para empatar la eliminatoria. El daño llegaba con la agresividad del Chelsea. La superioridad física provocaba que el Chelsea ganara los duelos y el juego del Madrid no tuviera continuidad. Rudiger llegó al corte anticipándose a Casemiro en un balón al espacio. En este tipo de disputas, por anticipación y velocidad, quedó reflejada la inferioridad de los de Zidane.

El Real Madrid sufría por todo el campo y el Chelsea tuvo otra ocasión para hacer el segundo en un uno contra uno de Havertz con Courtois. El portero evitó el tanto con un despeje con el pie. Con media hora por disputar, el partido estaba dominado por el Chelsea. Zidane reaccionó con un cambio. Fede Valverde por Mendy y Marco Asensio por Vinícius. Quitó a los dos carrileros. Ni Vinícius ni Mendy tuvieron su noche en Stamford Bridge. Incapaces de dar profundidad por las bandas ni desbordar para penetrar por el férreo sistema defensivo de los de Tuchel.

Kanté, un sufrimiento

El Chelsea volvió a perdonar el segundo tanto en otra acción de contraataque en la que Fede Valverde cortó un disparo de Kanté. El uruguayo fue al suelo y taponó el disparo del francés. Era un milagro que el Madrid siguiera vivo en la eliminatoria. Sufría y resistía. Faltaba amenazar arriba, que aparecieran el talento, la casta o una acción con la que poder sorprender al Chelsea. El Madrid tiró de orgullo, carácter y quiso igualar el partido con más agresividad. Kroos vio la tarjeta amarilla en una dura entrada a Pulisic. El Chelsea seguía llegando con más peligro con un remate de cabeza de Thiago Silva y un centro al área pequeña que no llegó Havertz. Perdonó, de nuevo, al Madrid.

Zidane gastó otra bala a falta de 15 minutos. Metió a Rodrygo y quitó a Casemiro. No era el día de los delanteros. Benzema tampoco encontraba su jugada y en una de las pocas intervenciones cerca del área estuvo impreciso. El Real Madrid hizo sus últimos sobreesfuerzos colgando balones al área inofensivos. No estaba fino el equipo de Zidane y, a falta de cinco minutos, apareció el omnipresente Kanté para robar un balón y montar otro ataque directo. Balón a Pulisic y su centro lo remata Mount. El Real Madrid cayó rendido ante un excelente Chelsea que jugará la final contra el Manchester City. Final inglesa.

«No hay excusas. Ellos han sido mejores», comentó Casemiro. El mismo análisis hizo Zidane: «El Chelsea se lo ha merecido. Podemos estar muy orgullosos de los jugadores, porque hemos llegado hasta las semifinales, pero ellos han hecho un gran partido y hay que felicitarles. Nos ha faltado ser más contundentes arriba. No las hemos metido. En el fútbol, cuando tienes ocasiones, hay que meterlas. Ahora no estamos contentos porque cuando pierdes es un momento duro».

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