POR: FRANCISCO KIKO CHÁVEZ
Cronista del Municipio Lagunillas
Nacida en Boconó, estado Trujillo, Elizabeth de Medina encontró en Ciudad Ojeda su hogar y el escenario principal de su destacada trayectoria educativa. Desde niña, su pasión por el aprendizaje y la enseñanza fue evidente, impulsándola a convertirse en una figura fundamental en el ámbito educativo de la Costa Oriental del Lago.
Su formación académica, iniciada en el Instituto San José de Lagunillas y consolidada en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, la dotó de las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de la docencia. En instituciones como el Instituto Pedagógico de Bachaquero, el Colegio Domitila Flores y, especialmente, el Raúl Cuenca, donde ejerció como subdirectora y 23 años como directora, dejó una huella imborrable en la vida de cientos de estudiantes. Su liderazgo y dedicación fueron cruciales en una institución con 37 secciones y múltiples especialidades, asegurando que el nombre del Raúl Cuenca se mantuviera en alto, convirtiéndola en un referente para toda una generación.
Como líder, Elizabeth ha demostrado ser organizada y eficiente. Su determinación y firmeza en la toma de decisiones, combinadas con su empatía y disposición para escuchar a los demás, la han convertido en una figura inspiradora tanto para sus colegas como para sus estudiantes. A pesar de su jubilación, Elizabeth ha continuado activa, demostrando una resiliencia y perseverancia admirables. Su compromiso con la educación y el desarrollo de su comunidad la ha llevado a seguir contribuyendo al ámbito educativo en el Instituto Educacional Lagunillas y actualmente en la Unidad Educativa Privada Juan Bosco.
Más allá de su rol como educadora, Elizabeth de Medina ha sido un pilar fundamental en su hogar. Unida en matrimonio con Osvaldo José Medina Velásquez “Guaricuco”, ha construido una sólida familia basada en el amor, el respeto y la admiración mutua. Su amor por su familia y su orgullo por sus dos hijas son un reflejo de su lado más humano y cariñoso.
Elizabeth de Medina es, sin duda, un ejemplo de dedicación, liderazgo y amor por la educación. Su legado inspira a nuevas generaciones a seguir sus pasos y a trabajar por un futuro mejor para todos.
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