Elon Musk confirma que Neuralink ha implantado con éxito otro chip cerebral en un paciente
A principios de 2024 se anunciaba a bombo y platillo que Noland Arbaugh había sido el primer paciente en recibir un implante de Neuralink. Se trata de un joven de 29 años que quedó paralizado hace ocho años debido a un accidente de buceo.
En un vídeo publicado por la compañía, se pudo ver a Arbaugh moviendo un cursor en un ordenador utilizando solo su mente para jugar ajedrez, algo que hasta hace poco le parecía imposible.
La gran noticia ahora es que Elon Musk sigue con su objetivo y ya se ha implantado con éxito un segundo chip cerebral en un paciente humano. Musk compartió esta información durante una entrevista en el pódcast de Lex Fridman.
Según Musk, 400 de los electrodos del implante en el cerebro del segundo paciente están funcionando correctamente. El implante tiene más de 1.000 electrodos en total. «Estamos bastante seguros de que en el próximo año o dos, alguien con un implante Neuralink podría superar a un jugador profesional porque el tiempo de reacción sería más rápido», dijo.
Un dispositivo que permita a las personas hacer cualquier cosa con sus mentes
Como se menciona, el objetivo principal de Neuralink es crear una conexión entre el cerebro y las máquinas. Esto podría cambiar cómo las personas usan la tecnología y ayudar en medicina y comunicación y probablemente de cara a uno o dos años esto, según él explica, podría ser posible.
Espera que sus dispositivos puedan ayudar a reparar neuronas dañadas y ayudar a personas con problemas como la parálisis. Sin embargo, la empresa ha tardado mucho en llegar a hacer pruebas en humanos. Tuvo problemas para obtener permiso para hacer pruebas, pero finalmente lo consiguió en mayo de 2023, con una larga lista de valientes que querían probar.
Ahora parece que está demostrando que realmente funciona. «La cirugía fue súper fácil», comentaba el primer paciente. «Literalmente me dieron de alta del hospital un día después. No tengo ningún deterioro cognitivo», añade. Sin embargo, «no quiero que la gente piense que este es el final de un viaje porque hay cosas que resolver, pero ya cambió mi vida».