EL REGIONAL DEL ZULIA
MARRUECOS.-Marruecos despidió con mucha tristeza a Rayan, el niño de 5 años que pasó más de cien horas atrapado en el fondo de un pozo de 32 metros de profundidad en la localidad de Chauen, al norte de Marruecos y cuyo cuerpo fue recuperado el pasado sábado 05 de febrero sin vida. Lo que conmocionó a todo Marrueco. Las operaciones para rescatar al niño atrapado el pozo desde el martes 01 de febrero movilizaron a decenas de personas y se llevaron a cabo día y noche sin cesar, Hasta que el sábado 05 de febrero lograron rescatarlo pero ya el pequeño estaba sin vida, a pesar que se estaba monitoreando con una cámara y se le suministraba oxígeno y agua con azúcar a través de un tubo al lugar en el que el menor se encontraba atascado. El menor, cayó en el pozo cuando se encontraba con su padre y en un descuido cayó y desde ese momento comenzaron a buscarlo.
Sus padres fueron llevados al cementerio en ambulancia, llenos de angustia y lágrimas. Una multitud de dolientes le dio el último adiós, con su féretro llevado este lunes por cientos para ser velado en la provincia de Chefchaouen, norte del país.

Decenas de personas asistieron al sepelio de Rayan.
Despiden al niño Rayan en el cementerio de Ighran
Había tantos dolientes que no cabían todos en el cementerio y el lugar de oración del pueblo. Se instalaron dos grandes carpas frente a la casa de la familia en duelo, donde los dolientes podían detenerse para ofrecer sus condolencias.
“La muerte de Rayan ha renovado la fe en la humanidad, ya que personas de diferentes idiomas y países expresan su solidaridad”, dijo otro aldeano.
El sábado, las condolencias a los padres también llegaron de parte del rey Mohammed VI, el papa Francisco, el presidente francés, Emmanuel Macron, el gobernante de Dubái, el jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, y otras altas autoridades.
Los futbolistas egipcios y senegaleses guardaron el domingo un minuto de silencio antes del inicio de la final de la Copa Africana de Naciones.

Entre llantos y oraciones fue sepultado el niño que mantuvo en vilo al mundo.
Los socorristas habían trabajado sin cesar, con el riesgo constante de provocar un desprendimiento, en su esfuerzo finalmente infructuoso por sacar al niño con vida.
“Estoy muy triste. No escatimamos esfuerzos para llegar al niño con vida. Hemos excavado sin descanso en cinco días lo que podría haber llevado semanas”, dijo a periodistas en el funeral un excavador voluntario, Ali Sahraoui.
Con información de TV Azteca
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