Sucesos.- Neyda Rebolledo Tovar, una carabobeña que migró a Colombia, fue la víctima fatal del atentado que se registró en un parque de Cúcuta, la mañana de este lunes. Un artefacto explosivo, que habría sido activado como una alarma de carro, acabó con la vida de la venezolana, a más de 700 kilómetros de su nativo San Joaquín.
«¡Qué bombazo!», dice un testigo del hecho, quien segundos después del estallido comenzó a registar todas las incidencias con su teléfono. Aseguraba que el artefacto había detonado en el parque Mercedes Ábrego de Cúcuta. Esta información más tarde fue confirmada por las autoridades.
De acuerdo con la policía, el artefacto casero fue fabricado con unos dos kilos de explosivos y fue dejado en un cesto de basura. Creen que fue diseñado con un mecanismo como el de una alarma de carro, por lo que presumen que fue activado por una persona que se encontraba cerca del lugar.
El testigo sigue grabando: Asegura saber quien es la víctima más grave. «Es la que se la pasa aquí (señala), la mano bonita». Se refería a la venezolana, de 45 años de edad, que trabajaba como vendedora ambulante en el parque y quien murió ante la vista de los curiosos que se acercaron a ver qué había sucedido mientras ella pedía ayuda. Otras siete personas resultaron heridas.
La policía ha ofrecido hasta 20 millones de pesos de recompensa a quien brinde información sobre los responsables de este hecho, en el que, aparentemente, estaría implicado el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Se conoció que la familia de Rebolledo ya estaría en Cúcuta para reclamar el cadáver de la carabobeña y tratar de trasladarlo a suelo venezolano. La víctima dejó dos hijos en orfandad. Tenía previsto regresar a su país el próximo mes.
El Regional del Zulia/ El Carabobeño.
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