Nacionales.- En horas de la mañana de este viernes 13 de diciembre se conoció el fallecimiento de la periodista Mara Comerlati, viuda del caricaturista Pedro León Zapata, según se difundió en redes sociales.
El Colegio Nacional de Periodistas (CNP), así como profesionales del gremio y demás conocidos, expresaron sus condolencias por la desaparición física de Comerlati la noche del jueves 12; quien cubrió la fuente de Arte y Cultura en el diario El Nacional.
En días pasados, se difundió una campaña por plataformas digitales en la que se buscaban donantes de sangre ORH+ y ORH- para ayudar a la comunicadora social en la Policlínica Méndez Gimón en Caracas.
Nacida el 5 de mayo de 1952, Mara Comerlati obtuvo su título en Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). En 1982 se casó con Pedro León Zapata, con quien tuvo dos hijos.
En una entrevista concedida a la revista SIC en julio de 2015, año en el que falleció Zapata, Comerlati relató que se había convertido en ojos y manos para el famoso caricaturista luego de haber sido sometido a una intervención quirúrgica. Le propuso entonces continuar haciendo las caricaturas al diario El Nacional aunque estuviera impedido de hacerlo, ya que progresivamente fue perdiendo sus capacidades.
“Le dije que necesitábamos el dinero, lo que no era mentira. Y así logré que se mantuviera activo”, recordó en ese momento la periodista.
Para poder sacar el trabajo, lograron articularse con un código que les permitiera realizar las caricaturas en las postrimerías de su vida.
«Cuando se le hizo imposible articular palabras -cuenta Mara-, me empezó a dictar letra por letra. Y cuando eso tampoco se pudo, desarrollamos un código: él me indicaba cosas y con eso yo deducía la letra. Por ejemplo, señalaba al piso, donde se acomodaba mi gata, y eso era la letra G; si apuntaba al perro, era la P, al techo era la T. Y ya con la G, yo le decía “¿Gobierno?”. Un pestañeo me lo confirmaba. Y siempre lográbamos hacer el trabajo. Le presté mis ojos y mis manos, porque él no podía usar los suyos y, aún así, seguía sorprendiéndome cada vez que me dictaba la caricatura», dice el texto. Nacionales.
–