ESPECIAL.- Tras luchar contra una mortífera infección pulmonar, este lunes 21 de abril, el primer papa Francisco falleció a sus 88 años, dejando un legado marcado por la reforma, la defensa de los más vulnerables y un persistente llamado a la fraternidad humana.
El Papa Francisco estuvo más de una década frente a la Iglesia Católica, luego de su asunción en 2013, cuando fue elegido líder del Vaticano.
Fue el primer Papa de América, el primer hispanohablante, el primer jesuita en ser Pontífice y el primero en escoger el nombre del santo de Asís y del gran evangelizador de la Compañía de Jesús, San Francisco Javier.
Fue elegido Papa número 266 de la Iglesia católica, en sustitución de Benedicto XVI, tras su polémica renuncia.
El 13 de marzo de 2013 fue elegido el Papa 266 y tomó el nombre de Francisco
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936, en Buenos Aires, Argentina, hijo de inmigrantes italianos piamonteses, Mario Bergoglio, su padre, era contador, trabajador ferroviario y Regina Sivori, su madre se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.
Según sus biógrafos, el Sumo Pontífice siempre fue un hombre sencillo, austero, de perfil bajo pero enérgica prédica, un valiente defensor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, amante de la música, la literatura y como buen argentino, del fútbol.
Cuando joven trabajó limpiando en una floristería y como portero de discoteca. Cursó estudios en la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 Hipólito Yrigoyen, donde se graduó como técnico en ingeniería química cuando descubrió el llamado a la vida religiosa y a los 20 años de edad, el 11 de marzo de 1958 se unió al noviciado de la Compañía de Jesús.
Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argentina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel.
Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe y en 1966 enseñó las mismas materias en el Colegio del Salvador en Buenos Aires. Desde 1967 a 1970 estudió teología en el Colegio San José, y obtuvo la licenciatura.
En su juventud perdió buena parte de un pulmón debido a una enfermedad respiratoria por la cual fue sometido a una operación. El 13 de diciembre de 1969, a los 33 años, recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano.
Desde entonces realizó una larga carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser «provincial» desde 1973 hasta 1979, durante la dictadura militar argentina. Procuro mantener a toda costa la unidad del movimiento jesuita, influenciado por la Teología de la Liberación, bajo la consigna de «mantener la no politización de la Compañía de Jesús».
En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.
En 1992, el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de Buenos Aires. Como lema episcopal eligió Miserando atque eligendo y en el escudo incluye el cristograma ihs, símbolo de la Compañía de Jesús. En 1997 lo nombró Arzobispo Coadjutor y el 28 de febrero de 1998 asumió el cargo de Arzobispo de Buenos Aires, sucediendo al Cardenal Antonio Quarracino.
En el Consistorio del 21 de febrero de 2001, Juan Pablo II lo creó cardenal, asignándole el título de San Roberto Bellarmino. En esa ocasión, invitó a los fieles a no acudir a Roma para celebrar la púrpura y a destinar a los pobres el importe del viaje. Repitió este gesto al ser elegido Pontífice.
Aficionado a la literatura de Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal y Fiodor Dostoievski y amante de la ópera. Con prestigio por sus dotes intelectuales y dentro del Episcopado argentino es considerado un moderado entre los prelados más conservadores y la minoría «progresista».
Lavó los pies a enfermos de sida, comió con los pobres. Criticó duramente el capitalismo, el consumismo y la lógica perversa de la economía de mercado. Siendo cardenal se opuso al proyecto de Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo. Jesuita ortodoxo en cuestiones dogmáticas.
El 9 de julio de 2010, días antes de su aprobación, se hizo pública una nota suya calificando como una «guerra de Dios» dicho proyecto, que contemplaba que las personas homosexuales pudieran contraer matrimonio y adoptar niños. Además chocó en otras ocasiones con los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, con sus críticas por la corrupción y la pobreza.
Fue mencionado como uno de los prelados mejor posicionados para suceder a Juan Pablo II, en el Cónclave de 2005. En marzo de 2013, Jorge Bergoglio fue uno de los dos cardenales argentinos que participaron del cónclave para elegir al sucesor del Papa Benedicto XVI.
Tras al menos cuatro votaciones y dos fumatas negras, los 115 cardenales electores, inclinaron la votación a su favor y el 13 de marzo de 2013 fue elegido el Papa 266. Se impuso el nombre de Francisco, convirtiéndose en el primer latinoamericano y el primer miembro de la compañía de Jesús en dirigir la Iglesia católica.
Cuatro encíclicas
Según el portal de National Geographic, por definición, una encíclica es una carta solemne que el sumo pontífice dirige a todos los obispos y fieles del orbe católico. Estos textos además de ofrecer principios rectores para los fieles, invitan a la reflexión.
Hasta 2025, Francisco publicó cuatro encíclicas. La primera vio la luz el 29 de junio de 2013 con el nombre de Lumen Fidei y reflexiona sobre la fe, “llama a todos los católicos a confiar plenamente en el amor de Dios y la plenitud de la fe cristiana”.
En 2015, publicó la encíclica Laudato Si, una carta en donde el santo padre llama a cuidar el planeta, al que denomina “nuestra casa común” y a escuchar el clamor de los más pobres. Allí, aborda la crisis climática y defiende la gestión ambiental, describe Britannica.
Cinco años después, en medio de la pandemia de coronavirus, publicó Fratelli Tutti, una encíclica sobre la fraternidad y la amistad social. Y Dilexit nos, de 2024, indaga sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo.
Estos textos son un reflejo de las profundas transformaciones que introdujo en la iglesia, según concluyen las fuentes. Para Schmalz, “Francisco será recordado por el modo en que su pontificado representó un cambio de poder en la Iglesia católica, que pasó de Europa occidental al sur global, donde ahora vive la mayoría de los católicos”.
Papado austero y reformista
Desde su designación, el pontífice demostró cierta austeridad como máxima figura de la Iglesia Católica, rompiendo con tradiciones centenarias y marcando un giro hacia una espiritualidad más cercana, en la antesala de un periodo marcado por su compromiso de diálogo con personas de diferentes orígenes y creencias. No obstante, el líder religioso protagonizó momentos en los que fue criticado y se convirtió en foco de cuestionamientos.

El Papa saluda a la señora Carmela. (Vatican Media)
Durante su papado realizó 47 viajes y visitó 66 países con gran adhesión y recepción de parte de todos los fieles, Jorge Bergoglio también recibió fuertes críticas por sus medidas y decisiones respecto al derecho canónico y asuntos dogmáticos.
JULY PEÑA
Fuente:
jesuitasaru.org
aciprensa.com
FOTOS: VATICAN NEWS /AGENCIAS
EL REGIONAL DEL ZULIA
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