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Fundanica: Una esperanza para los niños ´más necesitados

por elregional

CIUDAD OJEDA.- En tiempos de pandemia y distanciamiento social, se ha vuelto común observar que reine el individualismo y el egoísmo. En Venezuela, un país que desde hace varios años ha estado experimentando la peor crisis económica y social de su historia, este comportamiento parece intensificarse cada vez más.

Sin embargo, en medio de tantas injusticias, preocupaciones y tristezas, en Ciudad Ojeda, estado Zulia, desde hace 29 años, existe una fundación que cumple una loable labor y nos hace reflexionar a todos, recordándonos que, sin importar cuán difícil se pongan las cosas, podemos cambiar positivamente la vida de alguien si vemos más allá de nuestro propio entorno y dejamos que Dios, guíe nuestros pasos.

Hablamos de laFundación Amigos de los Niños de la Calle (Fundanica), una organización sin fines de lucro creada por el Pastor Edgar Mendoza y su esposa Mary en el año 1991, luego de que un encuentro con un niño desamparado les tocara el corazón en lo más profundo.

“En el año 1991 éramos novios, jóvenes cristianos enamorados que tuvimos un encuentro inusual con un niño con aspecto muy descuidado y mal vestido llamado Miguel Ángel, el cual ingresó a nuestro lugar de trabajo a pedir ayuda, pero se quedó dormido mientras esperaba (y solo eran las 9:00 a.m.). Preocupados fuimos una, tras otra institución, de las más sólidas en Ciudad Ojeda, con grandes recursos del extranjero, pero ninguna quiso recibirlo por ser niño de la calle. Decepcionados de tantas evasivas y cansados de buscar, decidimos aceptar el reto divino de ayudarlo desinteresadamente”, comenta el pastor sobre el nacimiento de la fundación.

Al contrario de lo que muchas personas hacían, Edgar y Mary, decidieron no hacer la vista a un lado e iniciaron un plan de ayuda a niños en situación de calle, que dormían en los techos de locales, centros comerciales y aceras. Impregnados por la gracia de Dios y motivados por un fuerte deseo de ayudar al prójimo, nacía el proyecto que cambiaría la vida de miles de niños y les brindaría un futuro más justo.

“Fundanica es justicia social, porque no es justo que nuestros niños y futuras generaciones, o como dice la Biblia dueños del cielo, lleven la peor parte de todo este desastre ocasionado por la irresponsabilidad de la humanidad. Es nuestro deber ayudar a nuestros semejantes o prójimos más vulnerables, más inocentes, que desconocen su verdadero sentido de vida”, nos dijo Edgar sobre el trabajo realizado por los niños en Venezuela, en medio de una situación tan delicada y complicada.

En la actualidad, Fundanica es una ONG (Organización No Gubernamental), inscrita ante la LOPNNA, la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes que entró en vigencia en abril del 2001. A pesar de múltiples contratiempos, obstáculos y dificultades, este matrimonio cristiano ha logrado poner una sonrisa en el rostro de más de 1.500 niños, llenándolos de esperanza, amor, valores, educación y fe en Dios.

Cuando le preguntamos al pastor Edgar Mendoza, qué es necesario para trabajar por los demás sin un beneficio económico de por medio, ¿entrega, voluntad, vocación?, él nos respondió: “Es una buena pregunta y difícil de responder. Para ayudar a los demás debes entregar tu tiempo, tus recursos y hasta tus sueños. ¿Voluntad? Claro que sí, porque sin eso no se logra nada. Respecto a la vocación, yo no la tenía, y mírame aquí luego de 30 años”, señaló.

Para seleccionar los casos que reciben su apoyo, Edgar y Mary, han establecido varios criterios. El primero es darles prioridad a los niños entre 1 y 12 años de edad, aunque también han ayudado a adolescentes que se presentan voluntariamente a Fundanica, luego de tantos años al servicio de la comunidad y de los más necesitados. “En nuestro centro de alfabetización hacemos el primer contacto, se inscriben y luego nos encargamos de realizar un diagnóstico del perfil del niño, para determinar cuáles son las medidas más apropiadas en su situación”, puntualizó Mendoza.

También conversamos con el director de la fundación, sobre la respuesta que ha tenido la comunidad o los organismos del Estado a su generosa labor, a lo que agregó: “Sí contamos con el respeto de nuestras comunidades y el reconocimiento de las instituciones, pero no con el apoyo financiero que se le debería dar a nuestra institución o labor social en Venezuela”.

El pastor Edgar Mendoza se levanta muy temprano y sus días transcurren en Fundanica, orando y buscando recursos para sus protegidos. Con gran tesón ha conseguido mantener viva su obra de misericordia: “Necesitamos colaboración de gente piadosa. Recibimos ropa, útiles escolares, medicinas, muebles, alimentos o dinero, pero sobre todas las cosas necesitamos amor. Hay muchas formas de servir a Dios, los seres humanos nos complicamos demasiado y no entendemos que todo se resume a esa enseñanza de Jesús que dice: Amaras a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. 

Si estás interesado en colaborar, contribuir de alguna forma o sumarte a la loable misión de Fundanica de trabajar voluntariamente para cambiar vidas, puedes obtener más información en sus redes sociales.

Nota de prensa

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