
Foto: Adriana Gutiérrez
ESPECIAL
DIMAS MEDINA
CABIMAS.- Antes de que un grupo de falconianos, andinos y algunos extranjeros como trinitarios, holandeses e italianos hicieran suyo aquel extenso lugar donde anteriormente existieron cañadas, el barrio R-10, ubicado en el municipio Cabimas del estado Zulia, debió su nombre al petróleo.
Y precisamente durante aquel célebre año cuando estalló la primera gran huelga petrolera en Venezuela, aquel desolado sector comenzó a tomar forma.
El nombre R-10 surgió a raíz de un pozo petrolero que en el sector comenzó a explorar a mediados de la década de los 30, la emblemática compañía Venezuela Oíl Concession –VOC-.
La perforación de aquel pozo, se inició exactamente el 15 de enero de 1936 y fue bautizado con la nomenclatura R-10, el mismo nombre que también se le dio al sector una vez que comenzó a crecer.

La foto data desde octubre de 1965, cuando el presidente Raúl Leoni fue al R-10 a inaugurar la avenida Intercomunal Cabimas-Lagunillas.
Con el auge de la industria petrolera, este referente e ícono lugar de Cabimas, comenzó a expandirse con la llegada de sus primeros pobladores provenientes de Coro, Churuguara, Pedregal, Urumaco, Valera y de otros países como Curazao, Italia y Trinidad. Por algo, algunas de las calles y sectores contiguos al barrio R-10, fueron bautizadas después con nombres de aquellas foráneas poblaciones, como Corito (Coro), Pedregal, Venecia y Curazaíto.
Y hablando de Curazaito, esta localidad de Cabimas, debe su nombre precisamente los curazaleños que se asentaron en ese sector en los inicios de la actividad petrolera en la región.
A los curazaleños que llegaron a Cabimas también se les atribuye el hecho de haber transitado la primera y principal vía del sector, ya que construyeron a través de una transnacional empresa, aquella carretera que unió al R-10 con la Williams, otro sector contiguo, bautizado quizás con el nombre de algunos de aquellos extranjeros.
De manera pues, que R-10 nació con el advenimiento del auge petrolero que se inició en Cabimas, con el célebre “Reventón del Pozo Barroso”, el 14 de diciembre de 1922.
Actualmente el barrio R-10 de Cabimas, pertenece a la parroquia Jorge Hernández y geográficamente se encuentra ubicado entre los sectores Corito al norte (calle Altamira), Los Postes Negros al este (calle Los Postes Negros), Jorge Hernández al sur (carretera M o Panamá) y La Rosa y R-5 al oeste (avenida inter-comunal).

Foto: Adriana Gutiérrez

Foto: Adriana Gutiérrez

Foto: Adriana Gutiérrez
A propósito de sus 89 años de su fundación
Curtis Grandenson y Ricardo Montaner pasearon por el barrio R-10 de Cabimas
Así como muchos recordamos a los primeros emprendedores y comerciantes que tuvo el barrio R-10, como Manuel Gutiérrez y Francisco Semprúm, entre otros, los nombres de algunos descendientes trabajadores petroleros trinitarios y holandeses como Oscar Moddest, Ramón Brown y Clodis Granderson, significaron junto a una entusiasta colonia italiana, un valioso aporte para el crecimiento de este importante sector petrolero de Cabimas.
Antes de que el recordado Ciriaco Rodríguez, un falconiano oriundo de Urumaco, estableciera su amplio negocio de víveres, lencerías y ropas, al lado del local donde todavía existe la famosa arepera del barrio, también existió el famoso abasto de la familia Téllez.
La “arepería R-10”como originalmente se llamó este negocio, perteneció al matrimonio compuesto por Nerina y Miguel Tortolani. Después estuvo regentado por el desaparecido Gaetano Nardeli, hijo de los siempre recordados Marcelina y Loreto Nardelli.
Foto: Adriana Gutiérrez
Foto: Adriana Gutiérrez
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Por su parte, el abasto “Téllez”, perteneció a los hermanos nacidos en Trujillo, Samuel, Ruperto, Juan Antonio, Epifanio y Melesio. Funcionó en el mismo donde funcionaba la panadería R-10, ahora La Rosita. Allí funcionó también una conocida cervecería llamada “El Panal”, donde a finales de la década de los 70, “mataban tigritos”, el cantante de origen italiano nacido en Ciudad Ojeda, Roberto Lutti y el hoy consagrado cantante argentino-maracucho Ricardo Montaner.

Foto: Adriana Gutiérrez

La Casolana, este negocio tiene más de 60 años y todavía sigue despachando. Foto: Adriana Gutiérrez

La foto del negocio Agrícola Casolana, data de 1962 cuando se inició la construcción de la avenida Intercomunal. Esa foto la hizo el señor Epifanio Arrieta (+).

Foto: Adriana Gutiérrez

Foto: Adriana Gutiérrez
Cerca del negocio de Ciriaco Rodríguez, otro italiano, Pascual Perozi, estableció por allá a comienzo de la década del 70 su famosa carnicería R-10.
Era la época en que otro conocido inmigrante trinitario, a quien solamente se le conocía con el apodo de “El Musiú”, logró desempeñarse como el barbero del barrio.
Mucha gente cuenta que así como “El Musiú” dieron renombre al barrio R-10, otros extranjeros como Roberto Robleto y Ramón Brown, también resaltaron el buen nombre de nuestra petrolera barriada.
Robleto fue un médico nicaragüense que llegó a Cabimas huyendo de la dictadura somocista y Brown, fue un descendiente trinitario, que en su época se destacó como un excelente jugador de beisbol.
A propósito del nombre del fallecido Ramón Brown y de sus hijos Hermon y Raymond, quienes también fueron peloteros, es bueno recordar a Clodis Granderson, padre del fallecido periodista Edwin Granderson.
Muchos aseguran en el barrio, que Edwin Granderson era primo del recordado grande liga norteamericano que jugó con los Yankees de Nueva York, Curtis Granderson.
Algunos amigos del fallecido Edwin Granderson, aseguraron que su primo Curtis Granderson visitó una vez al barrio R-10, por allá a mediados de los 80, cuando apenas era un niño de 6 añitos.
Curtis Granderson cuando era niño

Curtis Granderson cuando jugaba para los Yankees
Curtis Grandenson nació el 11 de marzo de 1.981 en Blue Island Illinois y debutó en el beisbol mayor en el 2.004 con los Tigres de Detroit y en el 2.009 llegó a los Yankees de Nueva York.
Además de Edwin Granderson, el barrio R-10 ha sido refugio y hogar de varios periodistas que han contribuido al desarrollo de Cabimas, como Ángel Gutiérrez, Antonio Mavárez y Alonso Díaz, éste último, ex secretario general del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Costa Oriental del Lago de Maracaibo.

Periodista Antonio Mavárez

Periodista Alonso Diaz
REFERENCIAS
Si bien los desaparecidos Ángel Gutiérrez y Joaquín Piña fueron los primeros profesionales que tuvo el barrio (el primero se destacó como periodista y el segundo fue el primer contador público del barrio que egresó de la Universidad del Zulia durante la década de los 60), R-10 ha tenido también sus buenas referencias históricas, como la capilla “Nuestra Señora de Chiquinquirá”, una pequeña iglesia que se erige hacia la entrada del barrio, como si vigilara al que entrara a la comunidad.
El templo fue construido por el señor Eduardo Cedillo entre los años de 1948 y 1949. Está ubicada en la calle Curazaíto con calle Paraguaná. Dicen los primeros habitantes del sector, que la capilla fue antes una modesta vivienda, construida en el año de 1.930.
El primero de enero de 1.962, la capilla recibe el nombre de Nuestra Señora de Chiquinquirá y pasó a ser propiedad de la parroquia San Juan Bautista de La Rosa Vieja. Le correspondió al presbítero Ceferino Solís, recibir la donación del templo de parte del señor Eduardo Cedillo.
Foto: Adriana Gutiérrez
Desde entonces, todos los 18 de noviembre y los primeros domingos de cada mes se celebran misas. En noviembre de 1968 se celebró la primera mini-feria frente a la capilla. La señorita Mariluz Quero fue coronada reina por el entonces presidente del Concejo Municipal de Bolívar, José Bauza González.
En el barrio también funcionó el Club Deportivo R-10, cuya fundación se remonta al año de 1960, cuando Vicente Morales (presidente), Julio Sarmiento (tesorero) Andrés Romero, Uriel Molero, Antonio Olivera, José Valero, Juan Reinoso, Beltrán Díaz, Jesús Meléndez y Martín Romero, acordaron crearlo en la casa del señor Andrés García, donde funcionaba un comité de Acción Democrática, ubicado en la calle San Jacinto.
Al poco tiempo de instalada, aquella directiva decide comprarle la casa a la señora Juana Parra, para que sirviera sede del club.
En dichas instalaciones, el club R-10 hizo especial énfasis en las actividades deportivas y recreativas. En el club se presentaban espectáculos musicales, las cuales eran transmitidas por emisoras radiales.
Actualmente el Club R-10 funciona como club privado.
Antes de que funcionara el mencionado club, existió otro club, el “Vuelvan Caras”. Se encuentra ubicado en la calle La Estrella. Fue fundado en 1.945 por el señor Andrés Romero, conocido como “El Caraqueño”, quien construyó en el lugar un edificio grande y único en su estilo en el barrio.
Al principio, el club “Club Vuelvan Caras” fue utilizado para la venta de cervezas y especies alcohólicas. Con el tiempo, el club pasó a convertirse en un cine. Se llamó Cine La Estrella.
Los habitantes de aquel sector, no saben si el nombre de la calle se deba al cine o si el nombre del cine se deba a la calle.
En el club se realizaban las festividades carnestolendas del barrio. Allí fue coronada como primera reina del carnaval del barrio R-10, a la señorita Irma Ferrer, el 23 de febrero de 1957.
La coronación estuvo a cargo del doctor Tubalcaín “Tubardo” Bracho, quien para la época se desempeñaba como juez. Años después, el cine La Estrella, fue vendido y convertido en una iglesia evangélica.
Por aquellos lugares también funcionó la vieja escuelita “Manuel María Padrón”. Cuentan los habitantes del sector, que esta escuela tuvo su origen en otra institución escolar que existió a finales de la década del 50, ubicada en la calle San Rafael, del mismo barrio, el cual llevaba el nombre de Escuelita Amarilla.
Al principio, funcionó al lado de las casas de los señores Manuel Flores y Epifanio Arrieta.
Actualmente la escuela está ubicada en la parte sur del barrio R-10, específicamente en la calle principal San Jacinto. La institución fue fundada entre los años de 1960 y 1961, contando para aquel entonces con una matrícula de 60 alumnos que cursaban estudios de primero a sexto grado.
Junto a esta escuela, se destacó una humilde mujer, que a pesar de no pertenecer a la nómina de docentes, realizó un trabajo encomiable como maestra.
Fue la conocida maestra Elvirita o Elvira Morales, mujer de gran vocación y de servicio a la comunidad, quien desde 1958 formó a varias generaciones de hombres y mujeres dignos de esta importante barriada de Cabimas.
La recordada maestra Elvirita Morales.
El capitán de la aviación Reinaldo Gutiérrez, fue el primer militar del barrio. En honor a ese militar, fue bautizado el estadio de beisbol del sector, el que hoy conocemos como «Ramón Bachaco Castillo»
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EL REGIONALDEL ZULIA
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