viernes, abril 26, 2024
DESTACADOPENSAR CON CRITERIOS

Jlo, Deep y Amber, Will Smith: haciendo y diciendo más de la cuenta

 

Sabemos que las excentricidades de los famosos son tan normales que parece que ya nadie se fija en ellas. Ahora parece que esa desatención es precisamente la que están tratando de rescatar algunos artistas, con situaciones o aberraciones que rayan en lo absurdo.
Sí acaparan titulares, análisis virtuales, y obvio que volteen a interesarse por sus locuras. Pero el éxito de estas estrategias pensadas o casuales deja mucho que decir del público que se ase de ellas.
Vamos al punto principal, nombraré las tres últimas.
La cláusula prematrimonial de Jlo, Jennifer Lopez, exigiendo a su futuro esposo, Ben Affleck, la práctica del sexo cuatro veces por semana como mínimo, lo que deja claramente ver, que al ser Ben una pareja conocida para ella desde más de una década atrás, pues Jlo identifica fácilmente las debilidades de su próximo marido. Ordenarle legalmente que le haga el amor con dicha frecuencia, deja claro que Ben pues no es tan Batman como parece. ¿Necesitó Jlo dar esa orden a sabiendas de lo que le espera?
Por otra parte ordenar relaciones sexuales como por catálogo, nos da a pensar que estamos frente a una pareja carente de amor, si aclaramos que hacer el amor con tu pareja, del género que elijas, es lo más consensuado que puede existir. Es algo que llega a través de lo que sientes. En pocas palabras si Jlo quería alguien para que la complazca en la cama las veces que ella quiera hubiese comprado otro Gasper en vez de querer dar a demostrar que ahora, por segunda vez, siente amor por su retomado Hombre Murciélago de ciudad Gótica.
Esto que expreso es solo una parte de lo que puede haber detrás de toda esa trama de Jlo. ¿Qué busca? Puede que llamar la atención; pero a qué costo.
Si nos colocamos en el lugar de Ben, este no puede sentirse bien con esa petición, le valdría no firmar la extralimitada cláusula. Su hombría está en entredicho, y su profundo amor, por alguien que reencontró para en definitiva amarla como desea, está también en duda.
Pero es que la cacheta de Will Smith a Chris Rock se quedó corta, ante la aberración de esta iniciativa galáctica de Jlo; siquiera Smiht, creo, que actuó en respuesta a su estresante vida hogareña. Quién sabe qué discutiría con su impetuosa esposa Jada Pinkett, a la que le aguanta infidelidades públicas y esta le paga siempre con un abierto desprecio, como decir que nadie lo mandó, que ella sabe defenderse sola, ante la acción desmedida de su esposo frente a Rock. Algo insólito pero cierto, Will parece obnubilado por su fogosita pareja, que en la gala de los premios Oscar, antes de sentarse al lado de su hombre de negro y recibir los supuestos agravios del humorista presentador, mostraba ya una cara de pocos amigos, como si algo le perturbara, y pareciera que respirar al lado de su abnegado, y heroico para muchos, marido defensor, le molestara. Con razón a Chris no le quedó más que seguir con la función riendo, y alcanzando sólo a decir, “Will Smith me abofeteó”.
Rock ha preferido, decisión por demás plausible, no comentar sobre lo sucedido y seguir con sus presentaciones y su trabajo como comediante, mientras que Smith pese a recibir el apoyo inmediato de su hijo Jade, quien refirió luego del incidente en sus redes sociales: Así es como lo hacemos; tuvo que recibir un llamado de atención de su esposa pese a ser la causa de la acción del actor.
Bueno, pero ni el cuento de esa cofradía familiar ni las lágrimas al recibir su premio como mejor actor por su papel de Richard Williams, el padre y entrenador de las famosas tenistas Venus y Serena Williams, interpretado magistralmente por Smith en el film sobre su vida “El Método Williams”; sirvieron para detener el revés sufrido por Smith frente a la Academia al ser vetado del magno evento cinematográfico por una década.
No se puede apoyar estas reacciones de honor estresado, no por la violencia, sino por la intolerancia, y menos en un medio donde las vidas de sus miembros están expuesta a este tipo de situaciones. No es la primera vez que los presentadores de los Oscar bromean sobre los artistas. Jada no era la excepción, y ni por sufrir de alopecia la exceptúa de ser parte de estos momentos. Pero ahora le toca meditar a Will por sus acciones, donde apartó la ecuanimidad que siempre lo ha caracterizado para dejarse dominar por el estrés que le provoca mantener una relación matrimonial que poco a poco, y por muchos perdones que haya, se está cayendo a pedazos.
Pero ni Jlo ni Smith están acaparando más titulares y campañas en pro y en contra, que el juicio por la demanda y contrademanda de Johnny Deep contra su ex esposa aquamánica, Amber Heard, que más que una princesa acuática emula a una fiera salvaje con sus acciones dentro de su matrimonio con el actor, donde ha habido golpes, mutilaciones, vejaciones, droga, alcoholismo, difamación, entre otras cosas, expuestas abiertamente ante un juez.
Aquí no se puede halar para ninguno de los extremos, pero sí hay que aclarar que la mentira tiene patas tan corta y que ni el cielo ni la tierra pueden ocultarlas. Las pruebas que tuvo que necesitar Deep para demostrar que su esposa no era tan inocente como parecía, fueron muchas, cuando por el solo hecho de ser mujer, a Heard sólo le bastaron unas cuantas palabras en un artículo de opinión en The Washington Post en 2018, para que Deep fuese execrado de sus papeles principales e icónicos en Hollywood como castigo.
Si en el 20015, solo a tres años de su divorcio, Amber le tomó una foto a Deep, al parecer dormido y desfachatado por los efectos de las drogas o el alcohol, como posando para el casting de la película que protagonizan desde principios de este año, es lógico pensar quien es el guionista de esta trama.
Ok no pesquemos en ríos revueltos por antojos.
Si Jlo quiere sus cuatro raciones semanales, sabrá por qué las pide; si Smilt se quedó sin otro Oscar y con la mano roja del bofetadón a Rock, ya está pagando las consecuencias; y si Deep y Heard destrozan sus vidas a mansalva por unos cuantos centimetrajes de fake news o por sus 100 millones de dólares; debemos dejar que el agua corra, porque es una de las cosas que en la vida no se devuelve.
Bueno mi deseo es que Ben se gane el respeto de su nueva pareja, que Jada termine su obnubilación sobre el pobre Will y que el juicio entre Johnny y Amber lo gane el que haya recibido menos golpes, aunque es vox populi, y podrá decirse que hasta noticia criminis, a donde fue a parar el trozo de dedo, que en medio de un ataque mutuo entre Amber y Johnny, el actor perdió por culpa de la famosa novia de Aquaman.

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