POR: DR. ALIRIO FIGUEROA ZAVALA
Prosiguiendo con mis con mis reflexiones en estos días de cuarentena, hoy tratare un punto que considero importante, como es el de la familia. El artículo 75 de la vigente Constitución Nacional, dispone que el Estado protegerá a las familias como asociación natural de la sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo integral de las personas; y que, las relaciones familiares se basan en la igualdad de derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión mutua y el respeto reciproco entre sus integrantes. El texto constitucional resalta entonces la importancia de la familia, la cual existe desde la existencia del ser humano y seguirá prolongándose en el tiempo, aunque sea distinta en su conformación social. El progreso o el fracaso de la familia depende del entendimiento entre los integrantes del matrimonio y, como la familia es una fundación social y lazo principal entre la personalidad del individuo y la civilización social a la cual pertenece esta personalidad, la cual se forma en el ambiente familiar, y luego es influida por factores ajenos; por eso, su formación en la primera etapa de su vida es importante. De manera que la familia es una parte inseparable de la sociedad, por eso la encontramos unas veces corriendo preocupada y fatigada y tranquila otras veces; esta intranquilidad permanente en la vida del individuo y de la familia, unida en un bloque solido entre las condiciones negativas de la sociedad, le impide la realización de una vida mejor. Ahora bien, debemos entender que, en una familia pueden presentarse problemas pero con la comprensión, la reflexión ponderada y aferrado a un sentimiento de solidaridad, los mismos deben ser resueltos armoniosamente sin necesidad de intervención de un órgano judicial. Hasta hace poco tiempo en el sistema familiar el padre era el que dirigía la familia. En la actualidad y en atención a lo consagrado en el citado artículo de la constitución nacional, el Estado garantizara protección a la madre, al padre o a quienes ejerzan la jefatura de la familia. En consecuencia, no es el padre solo quien dirige la familia sino también la madre o a quien la ley en un momento en que llegaren a faltar los 2 designe quien debe ejercer la jefatura de la familia. Sea pertinente destacar en este orden de ideas sobre la importancia de la familia, que el amor a la patria empieza en la familia. Que la paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de una familia, ya que ella es el espejo de la sociedad. En una familia deben tener preponderancia la armonía y la comunión entre los familiares debe ser cordial, cariñosa, considerada y con base a estas premisas, es como se puede garantizar una vida hogareña, llena de paz y amor. Finalizo con las palabras del Papa Pio XI: “La familia es más sagrada que el Estado”.
Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia