Noris Hernández
Cuando un proyecto se pone en marcha siempre se piensa en el éxito. El Regional del Zulia nació con esa idea bien clara en la mente de sus fundadores, quienes vieron una oportunidad y la tomaron sin mirar atrás. Aunque se enfrentaban a años de historia periodística en la Costa Oriental del Lago, no les importó batallar codo a codo con un titán de la comunicación social en la zona.
Todo se le hizo fácil con la resiliencia que lo caracteriza en sus 30 años de historia, transcurridos desde aquel 30 de septiembre de 1990, de los cuales en 23 soy testigo.
Desde su sala de redacción, con una rotativa a toda marcha y un grupo de publicistas laboriosos, se trabajó con ahínco, con ética y profesionalismo para irse transformando en un referente necesario en la historia comunicacional de la zona costera del oriente del estado Zulia.
Con profesionales de talla, como Alexander Montilla, Oslando Muñoz, Miguel Ángel Román, Mervis Salgueiro, Areli Ramos, Edinson Piñero, Ciro Contreras, Reina Lara, Orangel Valera, Pablo Herrera, July Peña, Pedro Mora, entre tantos hombres y mujeres de un gran sentido ético y periodístico, a la cabeza; apostó al estrato más subestimado de la lectoría diaria en la COL: los vecinos, los trabajadores petroleros, los maestros, los estudiantes. Creció entre ellos y se convirtió en un grande entre los grandes. Un tabloide de criterio y amado en cada rincón de la Subregión.
El Regional del Zulia es un diario de un indiscutible impacto social. Sacó provecho a la cercanía de la gente y se dio una retroalimentación de altura entre ellos.
Cuando llegué a su staff de periodistas siete años después de la circulación de su primera edición, no imaginé que sería el puente hacia mi crecimiento como profesional de la información. Me capacitaron y reconocieron mi trabajo creativo.
Succioné el amor de la gente por el periodista en la calle, y busqué llevar a las páginas de mi diario los problemas de las comunidades, el desarrollo social y económico de sus ciudades y lo positivo en la vida de los costeros.
Trabajé con entrega, aprendí y crecí entre sus páginas, y hoy soy Noris Hernández la periodista de El Regional del Zulia. En sus pasillos, frente a mi computador, bajo la orientación de mis jefes, encontré ejemplos de buen periodismo y apoyo para mis proyectos editoriales. Allí me recreé en el diarismo, la coordinación de una de sus corresponsalías y en la jefatura de prensa, y cimenté una carrera en mi experiencia fructífera dentro de la sala de redacción de este importante diario.
Sin embargo, hubo un alto en el camino al no poder escapar de las fauces del gran monstruo de la Canalla Socialista, que disfrazado de cordero envolvió al país en la peor de sus crisis. Se adueñaron de nuestro papel, de nuestra tinta y del bienestar de nuestros trabajadores. Rápidamente fuimos desolación, aunque nos resistimos con fuerza, con empuje y con el apoyo de nuestros fieles lectores. Con menos páginas, menos ediciones y casi nada de publicidad, estuvimos un poco más del tiempo deseado en manos de nuestra gente.
Su base resiliente lo ayudó a aguantar la cruel embestida. Arriesgó todo hasta el último momento en el flanco asignado para la batalla, adaptándose a la adversidad. Pasó a reducir su número de páginas de 32 y 48 a 16, opacó sus colores a blanco y negro, de diario pasó a semanario, suspendió sus suplementos y ediciones especiales, no se permitió celebrar sus aniversarios los últimos cuatro años; una batalla de casi diez años fue obligada soportar con estoicismo para permanecer al lado de sus lectores.
Atrás quedaban sus suplementos Coquivacoa, Campo Fértil y ediciones especiales, ahora se extrañan sus columnas semanales: Acción Sindical, Francis Juzga, Quisicosas del profesor Casado, Visión Ritera, letras libres, Huellas de la COL; entre tantos esfuerzos editoriales donde sus lectores se sentían representados, por ello aguardan pacientes por los cambios que necesita el país para volver a la lectura de “izquierda a derecha” de nuestras páginas.
Siempre lo he dicho, “si nos recuerdan somos inmortales”, y en la COL hay una gran cantidad de lectores que desean volver a la esquina de la avenida Bolívar en Ciudad Ojeda, al centro comercial Petrolero de Mene Grande, a la esquina del semáforo de la intersección de las avenidas Valmore Rodríguez con Bolívar en Bachaquero, a la entrada de Tía Juana diagonal a la pasarela, a las esquinas del semáforo de R-10, de la Catedral de Cabimas, de la panadería Norma, de la bomba CVP, a la plaza Bolívar de Santa Rita, al puesto de pescado frito “Chuita” en Los Puertos de Altagracia, y a la mismísima cabecera del puente sobre el lago; a comprar un ejemplar de su querido diario El Regional del Zulia.
Para muchos aún está allí, sólo que está en pausa y pronto volverá a verse colgado en cada Kiosco de periódicos de las principales ciudades zulianas.
Asimismo, una camada de nobeles Periodistas anda por ahí agradecida de esta gran escuela, dando de qué hablar en otros Medios de Comunicación nacionales e internacionales, haciendo lo que aprendieron en nuestras viejas Macintosh, una de esas que el licenciado Gustavo Cabrera solía abrazar resistiéndose a que fuese cambiada por un equipo con nueva tecnología; ellos hicieron uso de esos avances y supieron dar muy buena utilidad a las modernas herramientas periodísticas ofrecidas por El Regional del Zulia.
En mi caso vi llegar la era digital al diario, avances que se mezclaron con mis libretas de papel periódico, hechas por los muchachos de planta y las que solíamos pedir a don Mario Ojeda, el supervisor de Mantenimiento, que elaboraban perfectamente cortadas en la guillotina del área de fotomecánica. Dejé la central de radio para notificar sobre mis pautas por los innovadores teléfonos móviles, cambios que me permitieron reconocer, que el esfuerzo editorial de El Regional del Zulia fue un punto positivo a su crecimiento y consolidación como el mejor medio impreso de la COL.
Gilberto Urdaneta Finol, al frente de la presidencia de este rotativo desde su inicio, se la jugó bien, llevó al periódico a ser reconocido en el ámbito internacional y fue miembro activo y directivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Recibió en nombre de El Regional del Zulia infinidad de reconocimientos, apretó la mano de expresidentes venezolanos, políticos, artistas y dirigentes sociales y económicos del país, que visitaron nuestras sedes (Ciudad Ojeda, Cabimas y Maracaibo). Un gran gerente… muy humano, a quien recuerdo celebrando cumpleaños junto a nosotros, bailando y conversando como iguales…
No mencionaré como sí lo hacía Adalberto Farias “Tabeto” en sus Marullos del Lago (columna que publicaba en este diario), a cada uno de los gerentes, periodistas, trabajadores gráficos, obreros, distribuidores y pregoneros, que llegaron al galpón # 9, azul y blanco de la Zona Industrial de Lagunillas para quedarse a formar parte de esta gran familia; pero si diré que fueron los mejores… Unos con impaciencia se marcharon no al extranjero sino a otro estamento terrenal… Nuestro director vitalicio Adolfo Herrera, Bolívar Núñez(Supervisor de Producción), José Piña (Coordinador de Publicidad), Glenda Ortega (Periodista), Eduing el Guaro Álvarez (Diagramador) y Cindy Romero (Recepcionista)… otros continúan en batalla a través de su página web, como su directora de Información Areli Ramos, la jefe de prensa July Peña, y la periodista Mileidys Piña, quienes son referentes de apego y sentido de pertenencia de este su querido diario. Disponibles en sus sedes de Cabimas y Maracaibo sortean la cantidad de obstáculos que tienen en el camino para continuar al frente de la información que ofrece El Regional del Zulia desde sus redes sociales, cuyo único objetivo es seguir siendo el afanoso y enfocado diario que busca soluciones a los problemas de las comunidades y sectores productivos de la COL.
El compromiso con su resiliencia es la clave para que El Regional del Zulia se empeñe en no quitar el dedo del renglón del tema noticioso, por eso está allí afianzado en su web, desde ese 15 de diciembre de 2018 cuando circuló su último semanario impreso luego de haber tenido varios altos en el camino… segura estoy que el final de este rotativo no serán las tres X con las que solíamos concluir nuestras cuartillas informativas. Me niego a que los periodistas venezolanos y sus medios de comunicación nos convirtamos en “héroes del silencio”, frase que retomó del título de la banda de rock española de mediados de los años 80 HDS; porque la resistencia de este noble y perseverante diario con tres décadas de historia, debe ser fiel ejemplo de que atrincherados aguardando por una oportunidad para el ataque, podemos ganar esta batalla, y por qué no, la guerra.
¡Gracias siempre! mi querido El Regional del Zulia!