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LA TRAMPA DE COMPLACER A TODOS

por El Regional del Zulia
NILMARY BOSCAN

POR: ABG. NILMARY BOSCAN

 ¿Te ha sucedido que te aterra la idea de no complacer a todos?  Si la respuesta es positiva,  este artículo es para ti.

Está bien querer agradar a los demás,  complacerlos y ser amables,  el problema está cuando se convierte en una necesidad y el precio que tenemos que pagar es elevado,  al tener que apartarnos de nuestros valores,  principios o identidad como individuos únicos e irrepetibles,  para ahogarnos en las exigencias ajenas. Tenemos que estar conscientes que cada cabeza es un mundo,  dice un refrán que “entre gustos y colores no han escrito los autores”,   por ende,  no podemos  complacer las expectativas de todos,  y no se trata de incapacidad,  más bien tiene que ver con lo que los demás esperan de nosotros que  probablemente no coincida con lo que damos.  Es un desgaste emocional quedarnos con la incomodidad de no poder cubrir con todas las expectativas ajenas e incluso sentirse mal por no lograr la aprobación de los demás. Esa conducta de dejar a un lado lo que eres,  tu esfuerzo,  tu forma de pensar o simplemente tu esencia,   para perseguir  quedar bien con todos,  es negativa.  Ejemplo: Te esmeras en hacer una fiesta, cuidando cada detalle para que los invitados se sientan a gusto y bien atendidos,   pero empiezas a escuchar críticas de la comida,  entonces te comienzas a abrumar sin pensar que a ese grupo criticón no les gustó,   pero a otros les encantó. Hace poco leí que en estos casos,  siempre hay un grupo que va hablar bien,  otro que va a criticar y otro que no va a opinar nada. Depende de cada quien como administrar esas opiniones adecuadamente tomando en cuenta lo que sirve y desechar lo inservible.

Ahora bien,  no debe ser tan drástico el asunto,  porque sentirnos amados y aceptados por los demás forma parte de nuestra naturaleza social. Es por ello a veces llevamos a cabo conductas completamente diseñadas para gustar a otros,  muchos de nuestros actos cotidianos forman parte de una inofensiva “estrategia” dirigida a conseguir una mejor convivencia y a sentir el cálido aprecio de aquellos a las que amamos o admiramos. El problema está cuando adoptamos conductas poco saludables para recibir una respuesta de los demás que nos haga sentirnos aceptados.  Es importante mantener un equilibrio entre los que damos y a la vez recibimos,  entendiendo que todos no se van a sentir satisfechos pero esa conducta no debe esclavizarnos a jugar en contra nuestra.

La necesidad patológica de aprobación tiene su raíz en diversas situaciones y patrones que en especial vienen  de la infancia,  donde se estableció un sistema de creencias donde es importante agradar a todos,  no quedar mal o satisfacer las necesidades ajenas porque el “que dirán”. Es una forma de dependencia afectiva,  pues influye en el estado anímico,  provocando sentimientos de miedo,  inseguridad y ansiedad en algunos casos.  Según investigaciones las personas que dependen de la aprobación, confunden el ser amables y agradar a los demás con decir a todo que sí,  de lo que aquella persona a la que intenta agradar le gusta,  sin establecer límites sanos,  no saben decir que no porque sienten que al hacerlo  muestran una opinión distinta que va a enfadar a la persona en quien tratan de conseguir su aprobación.

Vivir sometidos a la aprobación de los demás es una soga al cuello porque obliga  a la persona a vivir conforme  a la voluntad de los demás,  se anula,  se borra,  pierde  autonomía y la autoestima sufre. Es necesario vivir con todo lo que nos haga feliz,  sin atadura alguna, sin dudar de nuestra capacidad para alcanzar lo que deseamos. No debes vivir colgado a las expectativas o patrones ajenos,  porque te conviertes en un títere de los demás. Vive conforme a lo que piensas,  siendo feliz con lo que haces y  aprobándote a ti mismo.

Entrena la asertividad donde prevalezca tu opinión respetando las opiniones ajenas,  entiende que equivocarse es normal y las críticas constructivas pueden servir para mejorar,  ahora bien desecha las críticas que sobrepasan los límites del respeto,  entiende que no se puede complacer a todos, toma decisiones importantes sin importar el que dirán y lo más importante confía en ti.

Abg. Nilmary Boscan

 

 

 

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