LAS GOTITAS MILAGROSAS DE MADURO

POR EMIRO ALBORNOZ             

 La irresponsabilidad  y la falta de respeto de Nicolás Maduro a un pueblo abrumado por la tragedia humanitaria en salud y alimentación , y en medio de una pandemia como complemento, causada por su desastroso desempeño económico, no tiene límites.                                 El recién pasado 24 de enero tuvo «Los Santos» bolones de informar al pueblo venezolano, acosado por todo tipo de males revolucionarios, que su gobierno había conseguido el remedio contra la terrible enfermedad. «Es una medicina totalmente inocua. No tiene efectos secundarios. Pudiéramos decir: ni negativos. Ha demostrado una efectividad tremenda». Se refería al Carvativir que no tuvo el menor escrúpulo, como buen comunista y ateo que es,  en bautizarlo como las «gotitas milagrosas del doctor José Gregorio Hernández». Aseguro sin pudor alguno que las gatitas neutralizaban  los síntomas del corona virus y que Venezuela comenzaría a producirlas masivamente.                   Inmediatamente , y no era para menos , hubo la reacción del mundo científico y de distintas partes del mundo, incluida la Federación Médica Venezolana, exigieron a quien se comportaba como aquellos charlatanes del viejo oeste norteamericano que andaban en carretaa por distintos pueblos vendiendo todo tipo de medicamentos «milagrosos» que no eran más que una estafa, a que presentará los estudios científicos que demostraran la veracidad del gran descubrimiento .              Mientras tanto se conocía que el Carvativir, Carvacrol o Cimofenol, no es más que una sustancia presente en aceites esenciales como los del orégano o tomillo, que crecen en cualquier parte y se utilizan como aromatizantes en alimentos y hasta en cosméticos.                       «No todo El Monte es orégano» dice un viejo refrán que da cuenta de la calidad de silvestre de este arbusto que usaban y usan nuestras amas de casa desde tiempos inmemoriales.                      Se sabe que el Carvatir es utilizado en la medicina homeopática pero sin ningún fundamento científico, aún cuando en una Universidad de Corea del Sur se determinó que que el componente Carvativir puede tener algunas propiedades antibacterianas, pero no antiviricas.                          Es que una cosa es un remedio para mitigar los síntomas de una enfermeras, y otra es que inmunice al ser humano para evitar que la contraiga.                      El caso es que Maduro no ha tenido escrúpulo alguno para decirle a los venezolanos, en un país donde los hospitales están totalmente desabastecidos en sus emergencias , que su régimen ha sacado , como si se tratara de la chistera de un mago, el remedio contra el Covid 19, lo que a los grandes países adelantados del mundo les costó casi un año de investigaciones inversiones mil millonarias en dólares para finalmente, luego de rigurosos estudios científicos , obtener las vacunas contra la enfermedad que ha matado más de dos millones de personas en el mundo.                          No es la primera vez que el régimen sale con una suerte de estas.              En las postrimerías del año pasado , en noviembre, salió con el cuento que un grupo de científicos del IVIC había encontrado la cura contra el Covid. Se trataba de la molécula DR-10 que el excéntrico e inefable Gobernador de Carabobo , a quien apodan el Dracula, había extraído de una planta que nunca identificaron. Hoy nada se sabe de la vida de este remedio .     Pero apenas declarada la pandemia por la Organización Mundial de la Salud, en marzo 2020, Maduro salió con un cuento que Venezuela contaba con un fármaco de milagrosas propiedades que se fabricaba en Cuba,una variante de Interferon, y casi inmediatamente salió con un brebaje a base de malojillo, saúco, gen jib re, pimienta voladora o negra, limón y miel de abeja.                      El dos de octubre de 2020, Delci Eloina, en cadena nacional, anunciaba el recibimiento de un lote de vacunas rusas, la Sputnik V, que se encontraba en la tercera fase de investigación con la cual utilizarían a venezolanos como conejillos de india para la certificación posterior de la vacuna rusa.                   Se trata de toda una cadena de anuncios y afirmaciones que no demuestran otra cosa que un absoluto despreció del régimen hacia un pueblo sumido en la más terrible crisis que hayan podido vivir los venezolanos en toda su historia republicana con algo tan sagrado cómo es la vida y la salud, garantizadas en la Constitución .                     En lugar de andar con esta especie de supercherías , Maduro debiera disponerse es a pagar la deuda que desde hace más de cuatro años tiene Venezuela con el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud para que podamos tener acceso a las ayudas que este organismo, vacunas anticovid, entregará para inmunizar a buena parte de la población .            Pero si han descubierto la piedra filosofal para acabar con el Covid, para que el empeño en las vacunas rusas o en las otras de los gringos, ingleses, alemanes y chinos.                             Este cronista le recomendaría al régimen que agarren sus gotitas milagrosas y se las coloquen en el bolsillo de atrás a ver si sirven aunque sea para curar la incapacidad manifiesta que vienen exhibiendo desde hace más de veinte años durante los cuales han destruido y entregado la patria venezolana.

Periodista. [email protected].