POR: DR. JORGE F. VIDOVIC L
Artículo original. No publicado previamente.
El pensamiento antibelicista de León Tolstói (1828–1910) se revela con profunda intensidad tanto en sus obras de ficción como en sus escritos ensayísticos. A través de su novela monumental Guerra y paz (1865–1869)[1] y su folleto La guerra Ruso-Japonesa (1904),[2] el escritor ruso plantea una crítica feroz a la violencia organizada y una defensa decidida de la conciencia moral individual.
En La guerra Ruso-Japonesa, Tolstói escribe desde Yasnaia-Poliana en septiembre de 1904, en plena efervescencia del conflicto entre Rusia y Japón. El tono del texto es claro: “No existe una guerra, una tan sola, que valga el sacrificio de una sola vida humana ni el gasto de un solo kopek”. Para Tolstói, ninguna causa —ni patriótica, ni religiosa, ni política— justifica la pérdida de una vida. Su postura es radicalmente pacifista y apunta directamente a la hipocresía de los líderes que impulsan la guerra desde sus despachos, mientras los hombres sencillos mueren en el campo de batalla.
Por otra parte, en Guerra y paz, obra escrita varias décadas antes, Tolstói ya desafiaba la visión tradicional de la historia como producto de las decisiones de grandes hombres. En su lugar, proponía una interpretación donde las masas, las pasiones humanas y el caos de la vida cotidiana tienen mayor peso en el devenir histórico. Las escenas de batalla están desprovistas de heroísmo y rebosantes de confusión, miedo y sinsentido.
El príncipe Andrei, uno de sus personajes más complejos, lo resume con una amarga reflexión: “La guerra no es una cosa graciosa, sino muy fea y desagradable”. Y más adelante: “Nos hemos engañado. Te roban la casa, ponen en circulación billetes falsos, matan a mis hijos y a mi padre y se habla del derecho de la guerra y de magnanimidad para con los enemigos”.
A pesar de la distancia entre la ficción y el ensayo, ambos textos coinciden en una idea central: la guerra embrutece, destruye, deshumaniza. Y Tolstói, que había conocido de primera mano la violencia en la Guerra de Crimea, convirtió esa experiencia en una bandera ética. Para él, el único camino legítimo era el de la no violencia activa, anticipándose a figuras como Gandhi, quien reconocería en Tolstói a uno de sus grandes referentes. Hoy, más de un siglo después, su palabra sigue teniendo vigencia. La lectura de Tolstói nos recuerda que la guerra, con sus justificaciones patrióticas o ideológicas, nunca deja de ser una tragedia humana.
En atención al primer planteamiento se hace necesario reflexionar sobre la invasión de Ucrania en 2022 y sus actuales consecuencias. Esta guerra; ha vuelto a colocar a Europa frente al espejo de sus principios. En pleno siglo XXI, la guerra ha regresado al continente, con sus secuelas de destrucción, desplazamiento forzoso y muerte. Las respuestas institucionales no se han hecho esperar: sanciones económicas, bloqueos financieros, envío de armas, recepción de refugiados, reforzamiento de alianzas militares. Pero también ha resurgido un clamor ético, desde diversos sectores, que cuestiona la lógica de la escalada bélica y llama a una salida negociada, humana y duradera.
En este contexto, la voz de Tolstói resuena con renovada fuerza. Su rechazo frontal a la violencia como medio de resolución de conflictos, su énfasis en la dignidad de cada vida humana y su crítica a los nacionalismos belicistas, ofrecen un marco necesario para pensar el presente. Frente a la repetición de los errores del pasado, Tolstói nos invita a una transformación profunda: de los gobiernos, de las sociedades, y, sobre todo, de las conciencias. Hoy más que nunca, recordar su mensaje no es solo un ejercicio literario, sino un imperativo moral.
Mos Vigo a 05 de mayo de 2025.
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https://orcid.org/0000-0001-8148-4403
[1] La novela Guerra y paz (Война и мир) fue publicada por primera vez entre 1865 y 1869 en la revista rusa Russki Vestnik (El Mensajero Ruso), en forma de entregas seriadas. La versión completa y revisada se editó en formato de libro en 1869.En cuanto a su traducción al español, la primera versión completa se realizó en el siglo XX, aunque hubo extractos y versiones parciales antes. Una de las más reconocidas en lengua española fue la traducción de Irene y Laura Andresco, publicada por la editorial Aguilar (Madrid) en el siglo XX.
[2] El folleto La guerra Ruso-Japonesa de León Tolstói fue traducido al español por Carmen de Burgos Seguí, reconocida escritora y periodista española. La publicación original en España se realizó en 1904 por la editorial F. Sempere y Cía., con sede en Valencia.
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