Portada » LLORAD CON LOS QUE LLORAN

LLORAD CON LOS QUE LLORAN

por El Regional del Zulia
PEDRO DUARTE

POR: DR. PEDRO DUARTE

Recientemente en una amena e interesante conversación suscitada entre viejos amigos con los que me reencontré, en actividades propias de mi trabajo, compartiendo un sabroso café en uno de esos tantos lugares acogedores de la Ciudad de Maracaibo, surgió un tema que nos ocupó la atención, abriendo un interesante debate. El mismo versó sobre cómo se ha perdido la capacidad de escuchar, de esperar, tratar de entender, ponerse en el lugar del otro e incluso apoyar a aquella persona, muchas veces cercana, que atraviesa momentos difíciles.

En estos tiempos los días pasan casi sin darnos cuenta, el exagerado activismo nos consume, perdiendo de vista así como la pista de aquellos que necesitan de la mano amiga, de nuestra solidaridad, es decir que bien sea por omisión o por comisión nos olvidamos de esas personas especiales, lamentablemente la dinámica de este mundo loco en el que vivimos se presta para que ocurra.

Lea también

En este café interviene uno de los amigos allí presente y me gustó lo que fue su intervención, pues de manera espontánea textualmente manifestó: “Hermanos se perdió la sensibilidad y la capacidad de llorar con los que lloran”, insistiendo con una profundidad tremenda que no me dejó duda de la gran espiritualidad que este posee cuando reiteraba ya en plural “procuremos llorar con los que lloran”, aunque no fue su intensión, por lo menos en mi caso de inmediato llegó a mi mente Pablo de Tarso, el Apóstol.

Fue el momento más importante de la conversación, sin saber, quizás sin querer creo que este amigo fue utilizado por Dios para darnos un estremezón y recordar las palabras del Apóstol Pablo en su carta a los Romanos capítulo 12 versículo 15 (Rom. 12, 15) cuando dice “Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran”. Un versículo hermosísimo que da una sabiduría pastoral a la Iglesia y que sin duda inyecta una alta dosis de sensibilidad personal a nuestras relaciones, las hace más humanas, más maduras y nos permite mantener, sobretodo en estos tiempos, la capacidad de cuidar a tantas víctimas de tantos infortunios, no necesariamente materiales, escuchar con paciencia y caridad historias de los oprimidos además demostrar compasión por los que sufren, incluso con  el sencillo gesto de acercarnos a ellos.

“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”

Martin Luther King 

 

Dr. Pedro Duarte

Abogado

Te puede interesar

Copyright © 1990-2024 - Todos los derechos reservados.