LOS BONOS DE LA HUMILLACIÓN
POR: EMIRO ALBORNOZ LEÓN
Periodista
Qué será lo que no ha entendido Nicolás Maduro de las protestas que a diario realizan los empleados públicos del país donde se encuentran Maestros, Médicos, Enfermeros, Bioanalistas y todo el estamento social venezolano, ante el hambre pareja que vienen pasando por el desastroso desempeño económico del régimen y su revolución.
Los maestros protestan todos los días, en la calle o en sus centros de trabajo, y no es sólo porque el miserable sueldo que les paga el gobierno no alcanza ni para sobrevivir, mucho menos para comprarse una muda de ropa o unos calzados.
Al lado de los maestros van los Médicos, las enfermeras y enfermeros, los Bioanalistas y los trabajadores de la salud exigiendo salarios dignos e insumos y dotación, y mantenimiento de la infraestructura hospitalaria que se encuentra en el suelo a causa del abandono revolucionario.
Es todo un país que se encuentra levantado en contra de la nefasta actuación de un régimen castrochavocomunista que lleva ya más de veinte años poniendo en marcha el más acabado proyecto de destrucción del país. En respuesta a estas exigencias Maduro lo que aprueba es un triste bono de 720 bolívares para los activos y 500 para los jubilados como que si el hambre no fuera igual para todos. Los Bonos de la humillación porque no son otra cosa.
Y ordenan a la Ministra de Educación a que le dé la ingrata información al magisterio que se conformen con unos bonos porque no hay manera que el régimen pueda decretar el aumento que realmente necesita una familia Venezolana para poder cubrir sus necesidades de alimentación, medicina , vestidos , calzados y la necesaria diversión.
Este cronista que no sabe mucho de economía, pero le escriben, sabe que es cierto. El régimen quebró a Venezuela. En 22 años largos de una fracasada gestión revolucionaria si algo hizo fue convertirse en un gobierno fallido y forajido.
Dilapidaron, se robaron y regalaron una descomunal montaña de dinero producto de los ingresos del petróleo que ha sido estimada en dos billones de dólares. Entonces no asumen su barranco y le achacan la culpa del desastre a las sanciones del gobierno norteamericano que comenzaron a ser aplacadas hace pocos años. Las sanciones de Estados Unidos están diseñadas para asegurar que los corruptos no se beneficien de las operaciones ilegales de minería de oro, de las operaciones petroleras estatales o de otras transacciones comerciales que permitan las actividades criminales del régimen y los abusos a los derechos humanos.
Lo peor es que mientras este régimen se encuentre manejando el país no habrá forma de que Venezuela se recupere porque para q eso suceda se necesitan unos préstamos internacionales que superan la cifra de 70 mil millones de dólares para recuperar la industria petrolera, servicios públicos esenciales, sobre todo la generación de energía eléctrica, y a Maduro no le prestan un solo centavo porque saben que caerá en saco roto.
De tal manera que tendremos que esperar dos dolorosos años para sacarlo del poder a punta de votos democráticos, derrota que no podrán evitar porque la mayoría del país lo rechaza.
Emiro Albornoz León
Periodista. [email protected].
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