POR: DR. ALIRIO FIGUEROA ZAVALA.
Individuo de número de la Academia de Ciencias Jurídicas del Estado Zulia.
Desde la antigüedad específicamente en Grecia se comenzó a hablar sobre la democracia y quienes ejercen el poder en ella, haciendo hincapié que deberían ser personas preparadas para gobernar.
Ahora bien, el conocimiento no garantiza la probidad de los gobernantes, justamente porque todo hombre es libre, y en tanto que es libre, sus decisiones no dependen mecánicamente de un saber; es más bien el saber, al menos el saber político y práctico, el que depende de las buenas decisiones.
Es el roce con las cosas, es el acto que cambia las situaciones, más que cualquier acervo o legado, lo que produce un estadista. Por ello, muchos legisladores antiguos, así como un gran número de reyes medievales, fueron llamados “sabios”, no por sus conocimientos o su sabiduría, sino por sus buenas y acertadas decisiones.
La relación entre el poder y la escucha, entre el Gobierno y el buen Consejo que solo puede otorgar el descernimiento, siempre ha sido problemática, sin correspondencia necesaria, sin medida clara, sin una regla segura.
Sólo podemos intuir que quien debe escuchar a los sabios, sabe mejor como hablar a las masas sin necesidad de ser un sabio. No puede escuchar a los demás quien nunca fue digno de ser escuchado y de pronto se encuentra sobre una inmerecida tarima.
La demagogia es esencialmente la capacidad de atender a las necesidades de la población solamente para convertirlas en beneficios para los que mandan. Se escucha para manipular, se habla solo para encubrir a un crimen. La democracia moderna nace justamente del rechazo al absolutismo de la voz de un solo hombre. Por esta razón, pensadores modernos como Norberto Bobbio definen a la democracia como “poder en público”, sin secretos, sin intrigas.
La democracia es un sistema donde quien detenta el poder político no lo hace para imponer su opinión sino para escuchar al otro, es decir, para respetar a todos a aquellos que teóricamente representan. A todos, mayorías y minorías, comunidades enteras como personas particulares.
Dr. Alirio Figueroa Zavala | Abogado
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