Deportes.- Si bien no tuvo uno de sus mejores juegos, Luis Arráez fue la bujía que necesitaron los Padres de San Diego para remontar y vencer a los Rojos de Cincinnati por 6-4, en un juego al que Robert Suárez le puso el candado.
El venezolano fue primero en el orden al bate y fue el designado de los «frailes». Se fue de 5-1 con un ponche, pero ese único sencillo fue su cuarto jonrón y el que fue la «chispa» que prendió la remontada de su equipo.
La «regadera» la sacó del parque en la parte alta del quinto inning. Enfrentó al zurdo Andrew Abbott, al que le vio cuatro pitcheos. En cuenta de 2-1, conectó una recta pegada a 91 mph y la sacó a 402 pies por todo el jardín derecho del Great American Ball Park, cuando el juego estaba 3-0.
En el juego, antes del vuelacercas, Luis Arráez se ponchó en su primera oportunidad en la caja luego de seis pitcheos, su segundo en los últimos 30 juegos, y sacó un elevado al centro.
Después del cuadrangular, sacó un rodado al segunda base, en su cuarto chance, y otro al campocorto en su quinta aparición, para así ponerle fin a su trabajo en el juego.
Así, el venezolano llegó a 38 carreras anotadas, 31 impulsadas y 88 imparables en 311 turnos, para dejar promedio al bate de .283.
Por su parte, tras la remontada de los Padres en los tramos cinco, seis y siete, haciendo una, dos y tres carreras, respectivamente, Robert Suárez entró a cerrar el juego y, al enfrentar a cinco toleteros, otorgando dos pasaportes y dos ponches, obtuvo su salvado 23, que lo vuelve a dejar en lo más alto del departamento.
Líder/El Regional del Zulia.
