Manuel Rosales Guerrero aseguró este lunes que a la aguda crisis de agua, luz, gas, transporte, inseguridad, alto costo de la vida, la pandemia y sus horrores, ahora se le suma la llegada de las lluvias y la falta de mantenimiento a las cañadas y cauces naturales de la región.
El ex mandatario regional manifestó que “ya es una tragedia lo que viven los zulianos por la aguda crisis de los servicios públicos, las constantes fluctuaciones eléctricas y apagones como el registrado la noche de este miércoles que aún mantiene afectados a múltiples sectores de la región, pero nada parece haber llegado a su tope, ya que estos gobernantes que en mala hora asumieron la conducción del estado, han demostrado no tener la capacidad para gobernar, ni les importa el Zulia”.
Rosales consideró que “tareas fundamentales como la limpieza de cañadas, el mantenimiento de las cuencas y dragado de los ríos en la actualidad están en total abandono, lo cual puede causar enfermedades, daños materiales y el riesgo a la vida de las personas”.
Indicó que cañadas como las que surcan la capital zuliana se encuentran abarrotadas de basura, escombros y otros sedimentos lo cual impedirá que las aguas fluyan con normalidad causando el desbordamiento, inundaciones y daños genérales.
Rosales aseguró que «el Zulia está sumido en el abandono, hambre, desesperación e incertidumbre debido a la aguda crisis de agua, luz, gas, transporte, alto costo de la vida y ahora se le suma la llegada de las lluvias y la falta de mantenimiento a las cañadas, drenajes y ríos».
«El pueblo sigue sin recibir respuestas sobre los problemas que le afectan, el tema de la electricidad sigue causando estragos, a la gente se le queman los aparatos y nadie se hace responsable, la vida cotidiana del zuliano está completamente trastocada y todo esto sucede en medio de un largo tortuoso confinamiento en el que se agotan los alimentos y el dinero se hace insuficiente para cubrir las necesidades básicas».
Las familias lidiar con la falta de agua para los quehaceres del hogar y preparación de alimentos, han tenido que cocinar con leña debido a la ausencia del gas, pero también han tenido que ingeniárselas para alimentar a sus hijos, sobre todo cuando la economía familiar se basa en el trabajo diario».
«Quienes gobiernan el estado tienen que dar respuestas a las necesidades de la gente, por la catástrofe de los servicios públicos, pero de manera inmediata deben atender el saneamiento de las cañadas para evitar que esta temporada de lluvias se torne trágica debido a su negligencia», concluyó.