MARACAIBO.- Con diversas actividades los marabinos celebran este lunes 20 de enero, el día de su santo patrono San Sebastián, mártir, protector de arqueros, soldados y atletas.
Según algunos historiadores, cuando Alonso Pacheco fundó el caserío de Ciudad Rodrigo de Maracaibo, en 1569, entregó a San Sebastián como patrón de sus pobladores, para que los defendiera de las flechas de los indios.
En Maracaibo, además de pedirle protección contra las flechas envenenadas de los indios, se le imploró por la salud de sus habitantes, al ser patrón contra la peste, y sobre todo durante la epidemia de cólera de finales del siglo XVIII, lo que mantuvo su devoción viva durante la época colonial.
A San Sebastián le fue dedicado el Altar principal y la titularidad de la entonces Iglesia Parroquial Mayor de Maracaibo, hecho confirmado el 6 de junio de 1806 al ser nombrada como parroquia de San Sebastián.
La imagen de San Sebastián permanece custodiada en la Catedral de Maracaibo, y cada 20 de enero se conmemora su festividad, no sólo en la capital zuliana sino también en San Cristóbal, estado Táchira, de donde también es patrón. Asimismo se realiza en Roma un acto de conmemoración de su día. donde hay levantada una Basílica en su nombre; así como en Tomares, Lora del Río y Huelva, en España.
Como cada año, la Alcaldía de Maracaibo realiza la tradicional entrega de la Orden San Sebastián a reconocidas personalidades e instituciones de la capital zuliana, el Acto Solemne se lleva a cabo a partir de las 10 de la mañana en el Teatro Baralt y la Oradora de Orden será la licenciada Andreina Socorro Bernardoni.
Asimismo, a partir de las 5 pm se realizará la Solemne Eucaristía en la iglesia Catedral y posteriormente se llevará a cabo una procesión a partir de las 6 pm.
Mártir
Sebastián nació hacia el año 256 en Roma. Hijo de familia militar y noble. También incursionó en la carrera militar y llegó a ser jefe de la cohorte de la guardia imperial romana, un altísimo cargo obtenido seguramente por su fuerza, arrojo y astucia. Sin embargo, contra lo que podía esperarse de un militar al servicio directo de Diocleciano, emperador perseguidor de cristianos, Sebastián se convirtió y abrazó la causa de Cristo, probablemente conmovido por el testimonio de tantos mártires.
A pesar de esto, cumplía con su labor militar, no participaba en los sacrificios idolátricos, consciente del sufrimiento de sus hermanos perseguidos, aprovechó su cargo militar para protegerlos y ayudar, en especial, a los que caían prisioneros. Durante algún tiempo Sebastián logró su cometido gracias a que mantuvo en secreto su fe. Sin embargo, fue traicionado y denunciado.
Maximino -máxima autoridad imperial junto a Diocleciano- le ofreció el perdón a cambio de que renuncie a ser cristiano. Como San Sebastián no aceptó la propuesta, fue degradado, castigado con crueldad y luego condenado a morir atravesado por las flechas.
San Sebastián fue ejecutado en el año 288 y su cuerpo enterrado en un sepulcro dentro de las catacumbas de la vía Apia en Roma.
Hoy puede encontrarse una basílica en su honor en la Ciudad Eterna, aunque su devoción no se limita a ella. Es bien sabido que San Sebastián es muy querido en todo el mundo. Prueba de ello son los cientos de lugares, obras de la Iglesia e instituciones que llevan su nombre.
Se pide su intercesión contra las plagas, las enfermedades, las persecuciones y las flechas envenenadas.
EL REGIONAL DEL ZULIA
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