Internacionales.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, recibió este martes en Washington al canciller de Argentina, Gerardo Werthein, con quien habló de «fortalecer» la cooperación entre ambos países para «combatir el autoritarismo» que ellos aseguran que existe en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Según dijo la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Tammy Bruce, los representantes de ambos países acordaron cooperar en «la necesidad de continuar combatiendo el autoritarismo, en particular en Cuba, Nicaragua y Venezuela, ya que sus regímenes amenazan a la seguridad nacional de Estados Unidos y desestabilizan el hemisferio», afirmó.
El acuerdo se produce en medio de la activación de agresiones económicas, políticas y diplomáticas del gobierno de Estados Unidos contra los países mencionados, conformando una amenaza real y no basada en supuestos, contra la seguridad de Caracas, La Habana y Managua.
En el acuerdo mutuo, Rubio y Werthein dijeron que seguirán apoyando a los sectores de estos países que «continúan defendiendo sus libertades fundamentales y enfrentando la opresión a manos de regímenes autoritarios y la influencia dañina de actores externos malignos», lo que implica una clara referencia a que seguirá el apoyo a la conspiración y la injerencia en sus asuntos internos.
La visita del canciller argentino a Washington se produce mientras el Gobierno de Javier Milei toca las puertas de la Casa Blanca en busca de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, a pesar del escepticismo del presidente, Donald Trump, con ese tipo de pactos.
El viaje de Werthein también llega en un momento en el que crece la expectativa por la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el que Argentina recibiría un préstamo de 20.000 millones de dólares destinado a reforzar las reservas de su banco central.
Tanto Rubio como Werthein, son personajes que han sido acusados por la comisión de diferentes delitos en sus países. En el caso del primero, por la violación de derechos humanos, la desaparición forzosa y la tortura; y en el segundo, por la defraudación de más de 84 millones de dólares.
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