Aunque parezca tomado de un libro de poemas, que las mariposas beban lágrimas de tortugas es cierto.
Phil Torres, investigador del centro de Investigación de Tambopata en Perú explicó a LiveScience que los insectos voladores absorben sodio y otros nutrientes claves de las saladas lágrimas de las tortugas en el Amazonas.
Aunque no les hacen ningún daño, Torres cree que algunas tortugas se hartan de tener tantas mariposas en la cara, pero las que realmente las molestas son las abejas, probablemente por el sonido que producen sus alas.