Internacionales.- Un reporte asegura que hay más de 1,500 cuerpos sin reconocer en la frontera de Estados Unidos.
La crisis de migrantes no solo ha afectado a los que desean cruzar para una nueva vida en Estados Unidos. Otras burocracias internacionales se han visto atrasadas a raíz de las restricciones en las fronteras, incluyendo la repatriación de migrantes muertos que esperan a ser identificados por sus familias.
Así lo ha reportado una investigación del medio Telemundo, que asegura la existencia de más de 1,500 inmigrantes indocumentados fallecidos, almacenados en diversas morgues de las fronteras al sur del país. Su situación, en un limbo que no reconocen las leyes, ha sido tratada por profesionales ajenos de recursos pero nada faltos de dificultades.
Tumba anónima (John Doe)
Cuerpos, huesos y cenizas esperan a sus familiares en ataúdes de cartón, donde también se almacenan las pertenencias del difunto dentro de bolsas de papel. Esta realidad se repite en las fronteras de California, Arizona, Nuevo México, Texas y Florida, donde los grandes operativos antinmigración hacen difícil cualquier trámite de reconocimiento y repatriación de restos.
Testimonios de trabajadores forenses
“Siempre les digo que voy a hacer todo lo posible para ayudar a que puedan regresar a su casa”, cuenta Victoria Soto, de 24 años, a las afueras del laboratorio de Operación Identificación, un proyecto del Centro de Antropología Forense de la Universidad Estatal de Texas que desde 2013 ha exhumado o recibido 535 restos humanos hallados cerca de la frontera con México.
“Cada caja tiene una persona, los huesos de una persona. Cada caja tiene un número de caso, y hay casi 300 casos aquí”, explica Molly Kaplan, asistente de investigación del proyecto. “No importa si nomás es un cráneo o, si es un cuerpo completo, es una persona”, agrega Soto, que es analista de huesos en un equipo cuyo número varía pero raramente supera las 10 personas.
El extenso informe de Telemundo ha identificado cerca de 1,500 fallecidos sin identificar en cinco estados y 23 condados, descansando en morgues, laboratorios o cementerios. “Es imposible seguir con la vida si uno no sabe qué pasó con su ser querido”, dice Kaplan en referencia a las familias de los migrantes. Pero, pese a ello, no todas lograrán recuperar a sus muertos.
Un problema sin legislación
Estados Unidos no cuenta con normas federales que gestionen las muertes de inmigrantes indocumentados. Cada estado y condado deben regular la identificación y repatriación de cuerpos. Esto provoca restricciones de meses, e incluso años, en la repatriación. Incluso hay cuerpos que han sido resguardados por décadas sin conocer alguna familia cercana.
Otra cifra a destacar es la que ofreció Naciones Unidas: 4,208 migrantes que han muerto cruzando la frontera entre 2014 y 2024. Mientras que algunos nunca son encontrados y se pierden en el desierto o en el mar, otros descansan en tumbas sin identificación, a la espera de que algún familiar pueda identificarlos.
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