lunes, abril 29, 2024
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Miah Cerillo, la niña que sobrevivió a la masacre de Texas haciéndose la muerta y untándose sangre de su amiguita

Miah Cerrillo, de 11 años, sobrevivió al tiroteo de la en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, al untarse sangre de su amiga Amerie y hacerse la muerta, mientras Salvador Ramos disparaba y asesinaba a 19 niños y dos maestras, el martes 24 de mayo.

Miah Cerrillo vio a su amiga Amerie llamó a emergencias para intentar salvar a sus compañeros, pues eso le habían enseñado sus padres, pero no pudo salvarse a ella misma.

La niña vio a su amiguita Amerie Garza llena de sangre y se la untó para simular que estaba muerta, señaló su tía Blanca Rivera.  Miah Cerrillo tenía fragmentos de bala en la espalda, pero ya fue dada de alta del hospital.

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Miah Cerillo
Miah Cerillo se untó sangre de su amiguita Amerie Garza para sobrevivir a la masacre de su salón.

Ella fue testigo de cómo el pistolero Salvador Ramos, de 18 años, mató a tiros a sus maestras y compañeros de clase en la primaria Robb en Uvalde el martes.

Su tía Blanca Rivera le dijo a Click 2 Houston que Miah “vio a su amiga llena de sangre, y ella se puso sangre y se la untó”.

Todas las víctimas de Ramos estaban en la misma clase de cuarto grado. Ahí encontraron a Miah Cerrillo bañada en sangre y con restos de balas, salpicada de fragmentos de huesos, inerte, con los ojos abiertos de par en par.

Cuando vio a su padre entró en pánico. La metieron en un autobús amarillo y la llevaron al hospital y cuando le limpiaron la sangre de los niños muertos se dieron cuenta de que no tenía balas en el cuerpo.

Miah contó que Ramos les dijo: ‘Van a morir”, antes de iniciar el tiroteo. Entonces Amerie sacó su celular y marcó al 911. Entonces, Ramos, en lugar de quitárselo y romperlo, le disparó”, sollozó su abuela en entrevista con The Daily Beast.

Su mejor amiga estaba sentada a su lado y la salpicó toda la sangre”.

El diario indicó que, durante los 45 minutos que el asesino estuvo dentro de esa aula, Miah vio cómo ejecutaba a sus compañeros de clase y a su maestra, pero pensó rápido y permaneció inmóvil bajo los cadáveres.

Después del tiroteo, la policía intentó que Miah contara algo sobre lo sucedido en el aula, pero no pudo hablar. Fue hasta el anochecer cuando lloró y gritó temerosa de que la encontrara el hombre del rifle. No puede dormir porque teme que la encuentre durante sus sueños y se despierta asustada si cabecea, indicó.

Por: https://drvnoticias.com

Foto/Cortesía

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