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Miguel Navarro es víctima de xenofobia en la Libertadores

por Noris Hernández
Miguel Navarro es víctima de xenofobia

Deportes.- El fútbol, un deporte que une culturas y naciones, se vio empañado por un lamentable episodio de xenofobia durante un partido de la Copa Libertadores 2025 que se llevó a cabo el pasado martes. Miguel Navarro, lateral venezolano del club argentino Talleres de Córdoba, denunció haber sido víctima de un insulto discriminatorio por parte del volante paraguayo Damián Bobadilla, del Sao Paulo.

El incidente ocurrió en la recta final del encuentro entre Talleres y Sao Paulo, disputado en Brasil, cuando Bobadilla le dirigió a Navarro la frase, «venezolano muerto de hambre». Profundamente afectado, el jugador criollo rompió en llanto en el campo de juego, lo que llevó al árbitro chileno Piero Maza a detener el partido por algunos minutos. Compañeros y rivales se acercaron para consolarlo, y finalmente el encuentro continuó.

Tras el partido, Navarro expresó su indignación ante los medios y en redes sociales, asegurando que llevará el caso hasta las últimas consecuencias. «Quisiera poder tener en mis manos la solución al hambre que vive mi país (…) nunca me avergonzaré de mis raíces», escribió el futbolista en una publicación de Instagram.

Su denuncia ha generado una ola de solidaridad en el mundo del fútbol, con mensajes de apoyo. Bobadilla, con su expresión, lastimó el nacionalismo de Navarro, por lo que quiso salir de la cancha, pero por respeto al trabajo de sus compañeros, ya que no había más cambios, terminó el partido, aunque, muy afectado.

Navarro aseguró ante los periodistas que le consultaron sobre el incidente, que se vuelve todo un escándalo cuando a algún brasileño le dicen ese tipo de cosas, ahora que le pasa a él tiene que haber justicia, porque este tipo de ataques no puede seguir pasando.

Según Navarro casi al finalizar el partido que ganaba Sao Pablo 2 a 1, Bobadilla le reclamó que estaba haciendo tiempo, a lo que el le contestó, “qué tiempo si van ganando”, y fue el momento que utilizó el paraguayo para vociferarle el insulto.

El Club Atlético Talleres emitió un comunicado rechazando cualquier forma de discriminación y expresando su respaldo a Navarro. Asimismo, la FVF instó a la CONMEBOL y la FIFA a tomar medidas urgentes para sancionar este tipo de conductas y reforzar los protocolos de prevención y denuncia.

“Nos solidarizamos profundamente con Miguel y con su familia en este momento. Como institución, levantamos la voz contra cualquier forma de discriminación. No hay lugar para el odio en el fútbol”, publicó Talleres en sus redes sociales.

“Lo que pasó hoy dentro la cancha no tiene que pasar… porque el mismo Sao Pablo tiene un jugador venezolano que es Ferraresi. Y si fuese al revés, como pasó el año pasado que la policía nos fue a buscar a dos jugadores hasta el vestuario, nos los sacaron y los mandaron a la comisaria… se tendrá que hacer responsable de las acciones el que fue. Es algo muy feo que ya no tiene que pasar”, dijo enérgicamente su compañero de equipo Federico Girotti tras concluir el partido.

Impotencia e injusticia se mezclan

El lio que se armó y su publicación de Navarro lo certifican. Cada venezolano que vio y sintió este lamentable episodio, que empaña a un deporte tan visto como el fútbol, tiene que haber sentido un escalofrío en su cuerpo al ver a Navarro entrar en llanto cuando escuchó esas duras palabras, que no fue una debilidad del jugador sino parte de la impotencia que siente con lo que está viviendo su país.

Este tipo de cosas tienen que servir, para que se abran los ojos ante la dura realidad que viven los migrantes venezolanos que llegan a otro país a trabajar a dar todo por la familia y por el país que dejaron detrás, y que nada tienen que ver con los que no hacen las cosas de la manera correcta.

Los venezolanos que están fuera siguen teniendo amigos, familiares, afectos en su tierra, y estas palabras fueron un dardo lanzado directamente a su sentir como venezolano noble y trabajador, porque, aunque en el fútbol siempre hay insultos para desequilibrar al rival, lo de Navarro es distinto, su coraje por lo sucedido, es distinto.

Bien lo dijo Alexander González en un post colgado en su cuenta de Instagram: Más que xenofobia podría llamarse una falta de respeto para un ser humano. A veces se pregunta uno de qué está hecha la gente por dentro hoy en día ¿Qué está pasando con la sociedad? Un sentido de superioridad estúpido y putrefacto sin saber la realidad de cada individuo en el mundo…”

Llegan las disculpas

Para Bobadilla quien salió a ofrecer disculpas en un vídeo en su cuenta personal de instagram, lo que pasó fue el resultado de un partido caliente con un clima tenso durante todo el encuentro, donde después del segundo gol hubo cruce de palabras con varios jugadores de Talleres. “También fue tratado con un poco desprecio, y nunca tuvo la intención de discriminar a nadie. En esa calentura reaccionó mal, pide disculpas públicas, y si tengo la oportunidad le pedirá disculpas personalmente a Navarro”.

Lo que sí es una realidad ante todo lo sucedido con Navarro, es que los venezolanos no escogieron morirse de hambre, no olvidemos que hace unos pocos años Venezuela era quien proveía a todo el continente, los que se estaban muriendo de hambre eran otros, y no por eso los venezolanos tuvieron actitudes que no fueses de solidaridad ante sus hermanos. Estoy segura que cada venezolano si le preguntaran por su país, siempre escogerían volver a nacer en Venezuela.

Este episodio pone de manifiesto la necesidad de erradicar la xenofobia en el fútbol y en la sociedad en general. El deporte debe ser un espacio de respeto, inclusión y hermandad, donde los jugadores sean valorados por su talento y esfuerzo, sin importar su nacionalidad.

Noris Hernández

Fotos/WEB

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