Monseñor Edgar Peña Parra: Que cese la violencia, crezca el diálogo y se abran nuevos caminos (Fotos y Videos)
La Chinita fue honrada con la Rosa de Oro, ornamento de un alto valor simbólico que fue enviado por el Papa Francisco en ocasión de los 313 años de su aparición y los 80 años de su coronación
MARACAIBO.- Abarrotada de amor y devoción la plazoleta de la Basílica, albergó como ya es tradición la celebración de la renovación milagrosa de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, a 313 años de su aparición y en el marco de los 80 años de su coronación canónica.
Miles de devotos se dieron cita para presenciar la eucaristía presidida por el sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Edgar Peña Parra, junto a monseñor José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo, y Nedward Andrade, párroco del santuario mariano, además de los representantes del clero zuliano en pleno. El coro de los Niños Cantores del Zulia engalanó la celebración litúrgica.
Con el repique de campanas, entre aplausos y vivas de la feligresía, La Chinita salió hasta el pórtico del santuario. El Gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, junto a la primera dama Eveling Trejo de Rosales, se hicieron presentes en la celebración de la eucaristía solemne en honor a nuestra Virgen de Chiquinquirá. Le acompañaron parte de su familia, junto al alcalde Rafael Ramírez y la primera dama del municipio Maracaibo.
Oremos por la paz
Durante la homilía monseñor Peña Parra pidió por la paz y el cese de la violencia, además pidió a los fieles presentes, promover los valores familiares, así como el cuidado de los jóvenes: A todos les hago llegar el afecto, el saludo y un abrazo de parte del Papa Francisco, desde el año 1709 la presencia vigilante y amorosa de Nuestra Señora del Rosario de la Chiquinquirá ha protegido interrumpidamente a este pueblo maracaibero haciendo brotar en sus corazones la inmensa riqueza de la vida cristiana, en mi peregrinación a esta Basílica quiero abrazar en mi saludo de fe y de amor a todos los que están aquí presentes, pero también saludo con afecto a los que nos siguen por los diversos medios de comunicación.
La devoción mariana caracteriza la historia de Venezuela, forma parte de nuestra alma nacional es tesoro de nuestra cultura, el amor a la virgen es garantía de unidad y de fe católica. El pueblo sabe que encuentra a Maria en la Iglesia y ella nos lleva a Jesús, y nos invita a meditar en sus misterios y a vivirlos en nuestra propia experiencia cristiana. Cuando miramos a la imagen de la Virgen de Chiquinquirá se nos presenta con el Rosario en sus manos con esto nos está anunciando a Cristo y nos hace recordar la importancia de la oración y del rezo del Santo Rosario, además nos recuerda la conocida frase, “Familia que reza unida permanece unida”, lo cual representa una forma de defensa de nuestra familia como institución y de los lazos familiares que han sido y siguen siendo diariamente probados en nuestro tiempo, algunas veces denigrados y marginalizados, pero al mismo tiempo sigue siendo el punto de referencia, el más firme el apoyo, el más fuerte guardián insustituible para la estabilización de toda la comunidad humana y social.
Por tanto pedimos a la Virgen y pido a todos los presentes que defendamos la familia, de todo lo que compromete su belleza,
que todas las fuerzas de la sociedad se comprometan cuidar, proteger, defender a la familia y le ponemos esto en manos de la Virgen de Chiquinquirá.
Cuidemos a los jóvenes que son el filtro de nuestro país Venezuela y de toda la humanidad, jóvenes presentes pido a la Virgen mucha fortaleza, como decía el Papa Juan Pablo II sólo en Dios encontrarán la fortaleza para que les conduzca a Jesucristo, solo en él conseguirán respuestas a sus inquietudes.
La fe cristiana nos enseña que vale la pena trabajar por una sociedad más justa, que vale la pena defender al inocente, al oprimido y al pobre, que vale la pena sacrificarse para que triunfe la civilización del amor.
Jóvenes presentes no se dejen seducir por lo que se presenta como quimeras y recuerden que en Cristo encuentran una roca firme, y que el ingenio de cada uno puede conseguir soluciones que contribuyan a alcanzar un desarrollo cada vez más humano.
Cuánto anhela el mundo hoy que el derecho y la justicia de las que Cristo es portador, se conviertan en piedra angular del sólido principio para afrontar las concordias y las diferencias que hoy contraponen a los pueblos a los grupos y a los individuos.
La paz crece con el perdón y con la reconciliación, hoy tenemos urgencia de orar por la paz en el mundo especialmente en aquellos países donde existen conflictos y guerras, el Papa Francisco nos ha recordado que vivimos en una tercera guerra mundial, actualmente hay más de cien países en conflictos armados, por eso desde aquí desde esta Basílica pedimos por la paz en Venezuela y en el mundo, especialmente en aquellos lugares que más lo necesitan, la paz crece con el perdón y con la reconciliación.
Oremos por la paz en el mundo donde existen estos conflictos.
Hoy quiero agradecer a la Virgen por todas las bendiciones y gracias por todo el bien que ella procura para cada uno de nosotros todos los días. Gracias santa madre de Dios por quedarte entre nosotros aquí en Maracaibo, gracias por tu presencia desde hace tres siglos, en esta tierra zuliana y en tu santuario de Chiquinquirá.
Gracias por todas las generaciones que han pasado por esta Basílica encontrando la reconciliación con Dios y el perdón de todos sus pecados, esperamos la renovación de la humanidad porque tu eres la mujer nueva.
Procesión
Al término de la ceremonia litúrgica, las melodiosas voces de los Niños Cantores del Zulia, entonaron el himno Gloria a ti casta Señora, la sagrada reliquia fue sacada en procesión en hombros de los servidores de Maria, escoltada por la Banda Show Rafael Urdaneta y bajo un cielo iluminado por una lluvia de fuegos artificiales.
Como es tradición, el grupo Los Chiquinquireños ofrendó con sus interpretaciones a la Virgen.
FOTOS: CAPTURES DE TRANSMISIÓN
VIDEOS: ERZ
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