Ciencia y Tecnología.- La Real Academia Sueca de las Ciencias confirió este lunes 14 de octubre el Premio Nobel a los estadounidenses Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson por sus investigaciones sobre cómo se forman las instituciones y la manera en la que afectan la prosperidad.
«Reducir las enormes diferencias de ingresos entre los países es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo», afirmó Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.
Los estudios de los economistas estadounidenses, indica la organización del Premio Nobel, demuestran la importancia que tienen las instituciones de carácter social para la prosperidad de un país y permite entender que aquellas sociedades donde existe un Estado de derecho deficiente, junto a instituciones que explotan a la población, no generan cambios ni crecimiento en positivo.
A través de las redes sociales, el comité señala que los estudios de los laureados con el Nobel de Economía evidencia que el 20% de los países más ricos es unas 30 veces más rico que el 20% de las naciones más pobres, lo que amplía la brecha entre unos y otros. Sin embargo, destacan que, aunque estos Estados pobres tienen más riquezas, no logran alcanzar a los otros; enfatizando que es la institucionalidad la que los perjudica.
Los galardonados demostraron, indica el comité, que una de las explicaciones de las diferencias en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización. Por tanto, la creación de instituciones inclusivas es sinónimo de generación de riqueza mientras que las instituciones extractivas, aunque producen ganancias a corto plazo para quienes tienen el poder, no mejoran la situación general de la población.
Sin embargo, también demuestran que el cambio es posible y que se pueden formar nuevas instituciones. En algunas circunstancias, un país puede liberarse de sus instituciones heredadas para establecer la democracia y el Estado de derecho. A largo plazo, estos cambios también conducen a una reducción de la pobreza.
«El modelo de los laureados para explicar las circunstancias en las que se forman y cambian las instituciones políticas tiene tres componentes. El primero es un conflicto sobre cómo se asignan los recursos y quién tiene el poder de decisión en una sociedad (la élite o las masas). El segundo es que las masas a veces tienen la oportunidad de ejercer el poder movilizando y amenazando a la élite gobernante; el poder en una sociedad es, por tanto, más que el poder de tomar decisiones. El tercero es el problema del compromiso, lo que significa que la única alternativa para la élite es entregar el poder de decisión a la población», indica la valoración del comité del Nobel.
EFE
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