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Normas culturales influyen en la percepción de trastornos mentales

por Noris Hernández

Salud.- La salud mental es un aspecto clave de la vida que no debe dejarse de lado para vivir bien y en armonía. Hay que estar alertas ante cualquier señal de una mala salud mental.

Por eso, es crucial estar alerta ante las señales y síntomas de que se puede estar sufriendo una enfermedad mental. Ya sea leve o grave, Mayo Clinic de Estados Unidos enumeró las cuestiones a las que hay que prestar atención.

Sentimientos de tristeza o desánimo. Pensamientos confusos o capacidad reducida de concentración. Preocupaciones, miedos excesivos o sentimientos intensos de culpa. Altibajos y cambios radicales de humor. Alejamiento de las amistades y de las actividades. Cansancio importante, baja energía y problemas de sueño. Desconexión de la realidad (delirio), paranoia o alucinaciones. Incapacidad para afrontar los problemas o el estrés de la vida diaria. Problemas para comprender y relacionar las situaciones y las personas. Problemas con el uso de alcohol o drogas. Cambios importantes en los hábitos alimentarios. Cambios en el deseo sexual. Exceso de enojo, hostilidad o violencia.  Pensamientos suicidas.

Pero esto no es todo, también aclaran que existen síntomas de trastornos mentales que pueden expresarse físicamente, ya sean dolores de estómago, de espalda, de cabeza u otros padecimientos que a simple vista parecen «inexplicables».

¿Qué es la salud mental?

De acuerdo a Mayo Clinic de Estados Unidos, la salud mental se refiere al estado general de bienestar en la forma en que una persona piensa, maneja sus emociones y actúa. En ocasiones, este equilibrio puede verse alterado de manera significativa, lo que podría indicar la presencia de un trastorno mental.

Esto ocurre cuando ciertos patrones o cambios en los pensamientos, sentimientos o comportamientos generan malestar o interfieren con la capacidad de la persona para desenvolverse en su vida cotidiana. Un trastorno de esta clase puede afectar la habilidad para:

Mantener vínculos personales o familiares. Desenvolverse en entornos sociales. Cumplir con responsabilidades laborales o académicas. Aprender de acuerdo con la edad y el nivel de inteligencia. Participar en actividades relevantes para el desarrollo personal.

Además, las normas culturales y las expectativas sociales influyen en cómo se perciben los trastornos mentales. No existe un criterio universal para definir qué conductas son normales o cuándo se consideran problemáticas, ya que lo que es aceptado en una sociedad puede ser visto como preocupante en otra.

Texto/Mayo Clinic

Foto/WEB

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