CABIMAS. Diócesis de Cabimas decretó tres días de duelo, por la muerte, la madrugada de este miércoles 28 de julio, del prebístero Andrés Eloy Montero Pérez (42), Vicario general de la Diócesis de Cabimas y Párroco de Nuestra Señora del Rosario de la Catedral de Cabimas. Sacerdotes del Prebisterio de Cabima celebrarán 9 misas por su eterno descanso. La misa exequial se realizará el viernes 31 de julio, sus restos serán cremados en la Catedral de Cabimas en una ceremonia privada. Monseñor Francisco Caraballo Fermín, obispo de Cabimas expresó sus más sinceras palabras de condolencia y manifestó que Andrés fue un sacerdote a carta cabal que quiso seguir y servir al Señor a través del Ministerio del Orden. Informó que como Diácono, desde el 15 de diciembre de 2001 acompañó a la comunidad de Sabaneta de Palma, en el municipio Miranda, hasta el 30 de noviembre de 2002, cuando en el propio Día de San Andrés apóstol, recibió la imposición de manos y oración consecratoria de monseñor Freddy Fuenmayor, para ser ordenado prebístero. Las comunidades de San Agustín de Punta Gorga y Nuestra Señora del Valle de Nueva Cabimas lo tuvieron como párroco en el seminario Propedéutico Diocesano. Como rector prestó un servicio invaluable en el campo vocacional. Asesor diocesano de la renovación Carismática Católica. Realizó estudios de especialización en materia de moral en la Cuidad Eterna, Roma, del 2012 a 2014 y nombrado párroco de la iglesia Catedral de Cabimas. Manifestó que “ Quise que fuera mi más cercano colaborador en el gobierno de la diócesis como vicario general, por considerarlo piadosos, prudente, probo, inteligente y capaz. Andrés le tocó cargar con la cruz de Cristo por el contagio de COVID-19 que enfrentó con entereza y estoicismo poniéndose en las manos de Dios y bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen del Rosario de cuya casa fue fiel custodio”. Precisó que el vicario “recibió en su postración los cuidados corporales que los médicos pudieron brindarle, pero especialmente los cuidados espirituales, comunión diaria, la Santa Unción de los Enfermos y el Sacramento de la Reconciliación. Luchó hasta que ya no pudo más. En ese momento resonaron las palabras del libro de la Sabiduría (4, 7ss)”, “El justo, aunque muera prematuramente tendrá el descanso porque la edad venerable no consiste en tener larga vida ni se mide por el número de años. Las verdaderas cañas del hombre son la prudencia y la edad avanzada. SE mide por una vida intachable. Cumplió la voluntad de Dios y por eso Dios lo amó, Andrés estoy seguro que participa ya en ese cielo nuevo y esa tierra nueva que Dios Ha hecho, no para los ángeles, sino para sus hijos. Ya terminaron el llanto, el luto, el dolor, y la enfermedad para abrir paso a la alegría sin fin en ese reino que Dios ha prometido a los que escuchan su palabra y la cumplen.
Párroco Andrés Montero falleció por covid-19 en Cabimas. Sus retos serán cremados este viernes
por elregional
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