Internacionales.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró a su homólogo de EE.UU. Donald Trump, que garantizará la vida de militares de Ucrania, si deponen las armas y se entregan a las tropas rusas. “Si los soldados ucranianos en la provincia de Kursk se rinden, se les perdonará la vida”, declaró el presidente ruso, en una reunión con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad del país.
Putin manifestó que, “en caso de que depongan las armas y se rindan [los ucranianos], se les garantizará la vida y un trato digno, de conformidad con las normas del derecho internacional y las leyes de la Federación de Rusia”.
La declaración, apunta al pedido que hizo el presidente de EE.UU., en la misma jornada, cuando en aparente alusión a los avances de las fuerzas rusas en la provincia de Kursk, Trump expresó que “miles de militares ucranianos están completamente rodeados por el Ejército ruso” y se encuentran en “una situación terrible y vulnerable”.
“He solicitado encarecidamente al presidente [ruso Vladímir] Putin que les perdone la vida”, describió en su red social Truth Social.
Liberación total
El presidente de Rusia ordenó liberar completamente Kursk, y afirmó que militares ucranianos capturados serán identificados como terroristas.
En esta línea, Putin ha remarcado que “para implementar eficazmente el llamamiento” del inquilino de la Casa Blanca, “es necesaria la orden correspondiente del liderazgo político-militar de Ucrania para que sus unidades militares depongan las armas y se rindan”.
“Llamamos la atención sobre el hecho de que militantes ucranianos cometieron numerosos crímenes contra la población civil en la zona de invasión. Estos actos, como ya he dicho, están clasificados por la Fiscalía General de la Federación Rusa como terrorismo. Al mismo tiempo, entendemos el llamado del presidente Trump a guiarnos por consideraciones humanitarias en relación con estos militares”, señaló el líder ruso.
Recordó también que los mercenarios extranjeros no están protegidos por el Convenio de Ginebra de 1949, que refiere al trato debido a los prisioneros de guerra.
La ofensiva militar de Kursk, lanzada en agosto por el régimen de Ucrania, fue calificada por los expertos como “la apuesta de Zelensky” para luego utilizarla como una moneda de cambio en las negociaciones con Rusia y obtener un renovado apoyo mundial.
Pero al contrario, y según informes, el Ejército ucraniano fracasó y se ha visto obligado a retirarse de muchas zonas de Kursk después de sufrir grandes bajas.
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