Economía.- El gobierno venezolano ha intensificado su ofensiva contra los portales digitales que publicaban el precio del dólar paralelo, con el argumento de que estas plataformas contribuían a la especulación y desestabilización económica que se registra en el país.
En los últimos días, se han registrado detenciones de administradores de páginas como Monitor Dólar y El Dorado, además de bloqueos digitales y medidas de inspección en comercios para garantizar que los precios se ajusten a la tasa oficial del dólar establecida por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Desde una perspectiva económica, varios expertos han señalado que cerrar estos portales no erradicará el mercado paralelo, ya que este surge como respuesta a la escasez de divisas y la falta de confianza en el bolívar.
El economista José Guerra ha explicado que el dólar paralelo no es la causa del problema, sino un síntoma de una política cambiaria distorsionada.
“La brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo persiste porque la oferta de dólares en el mercado oficial no es suficiente para cubrir la demanda, lo que genera un mercado alternativo donde los precios se ajustan según la oferta y la demanda”, dijo.
¿Hay solución?
En términos de solución, la eliminación de estos portales no aborda el problema estructural de la economía venezolana. Para reducir la especulación y estabilizar el tipo de cambio, los economistas sugieren que el BCV debería ampliar la oferta de dólares y generar confianza en la moneda nacional.
No olvidemos que la historia económica de Venezuela muestra que los controles de cambio han generado mercados paralelos en el pasado, lo que indica que la intervención gubernamental por sí sola no resolverá la situación.
Países como Argentina, Zimbabue, China y hasta la misma Rusia, han enfrentado mercados paralelos de divisas y han adoptado diferentes estrategias para manejarlos.
El Gobierno de Argentina por ejemplo ha tenido un mercado paralelo del dólar durante años debido a restricciones cambiarias. Aquí el gobierno ha intentado controlarlo mediante regulaciones estrictas, impuestos a la compra de dólares y acuerdos con exportadores para aumentar la oferta de divisas en el mercado oficial; mientras que Zimbabue enfrentó una crisis monetaria extrema en la década de 2000, lo que llevó a la dolarización de su economía. Al eliminar el uso del dólar zimbabuense y permitir transacciones en monedas extranjeras, logró estabilizar su mercado financiero.
Por su parte Rusia, durante la crisis de 1998, el rublo perdió gran parte de su valor, lo que llevó a un mercado paralelo de divisas. Rusia implementó controles de capital y fortaleció su sector energético para generar ingresos en moneda extranjera y estabilizar su economía; y China ha mantenido un estricto control sobre su tipo de cambio, pero permite un mercado paralelo limitado a través de sistemas como el «swap» de divisas en Hong Kong, que es un contrato financiero en el que dos partes acuerdan intercambiar flujos de efectivo denominados en diferentes monedas, generalmente para cubrir el riesgo cambiario o para aprovechar diferencias en los tipos de interés. Esto le ha permitido a China mantener estabilidad sin eliminar completamente el mercado alternativo.
Plan de persecución
En Venezuela se está registrando en estos momentos una persecución en contra de todo aquel que está jugando con el dólar paralelo; pero será esta la medida correcta.
El periodista y analista económico, Melanio Escobar, en declaraciones dadas a su colega Sergio Novelli, sostiene que no es la primera vez que el régimen de Nicolás Maduro inicia una persecución contra cualquier sector de la sociedad que plantee soluciones con respecto al control cambiario.
Escobar agrega que el dólar paralelo se puede ver como una solución al control cambiario que existe en Venezuela, porque es una respuesta natural del mercado.
“Cuando tú como Estado no le provees o no satisfaces la necesidad de que haya divisas en la calle, los negocios, al no haber confianza en el Bolívar, al tener el bolívar devaluado, al no tener confianza en la seguridad jurídica del país, obviamente ninguna empresa, ni los particulares ni ningún emprendedor, va a confiar en la moneda local para sus ahorros, para sus inversiones, para el crecimiento de su negocio, de su propiedad, de su local; y siempre van a recurrir a una moneda que sea estable, que sea fuerte. En este caso es el dólar”, refirió.
Escobar asegura que cuando se quiere adquirir dólares a través del Banco Central de Venezuela, no hay manera de adquirir esos dólares. Es decir, la demanda por dólares es mucho mayor que la oferta que puede satisfacer el BCV. “Eso trae como una consecuencia natural que quien tenga dólares que no sean parte del Banco Central, que no sean parte del Estado, los ponga en el mercado paralelo, o sea en la calle”.
“Es indiscutible que un mercado alterno genera una solución, pero no es la solución, es una consecuencia del control cambiario. ¿El perseguir a estos que en teoría están manejando este dólar paralelo va a acabar con esto? Por supuesto que no, va a seguir existiendo”, indicó.
Destaca Escobar que la necesidad de obtener dólares seguirá existiendo, porque es la moneda fuerte en la que la gente confía, en la que se puede invertir. “Cuando tú quieres importar materia prima de China, materia prima de los Estados Unidos, de cualquier otro país que necesites llevar a Venezuela para el desarrollo de tu negocio, de tu empresa, lo tienes que pagar en dólares”.
Al final de la consulta agregó que sí hay un incremento en el uso de euros para realizar negociaciones que ameriten moneda extranjera; pero eso sucede por la criminalización que existe en este momento con relación al dólar. “Prefieren tasar a euros porque no hay una persecución igual a la del dólar”.
Juristas también han salido al paso al cobro de productos y servicios, con un dólar a la tasa del euro reflejada por el BCV, advirtiendo que estas acciones acarrean sanciones que van desde prisión de 8 a 10 años, según lo establecido el artículo 62 de la Ley Orgánica de Precios Justos.