La discusión surgió a propósito de la compra de gasolina iraní por parte de Maduro y la controversia sobre si llegarían o no a Venezuela en un momento de alta conflictividad geopolítica, y el impacto que esto tendría en el país en plena emergencia humanitaria y pandemia.
Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro no son las responsables de la crisis en Venezuela, sostiene el economista Luis Oliveros y el procurador especial designado por el gobierno interino de Juan Guaidó, José Ignacio Hernández.
En lo que no hay consenso es en la eficacia de este método para presionar una transición política en Venezuela. Al menos así lo expusieron ambos en un debate organizado por el medio La Gran Aldea, a través de una transmisión online.
Las sanciones, que datan desde el 2017 contra el régimen de Nicolás Maduro, pasaron de ser individuales a dirigirse hacia empresas como Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en 2019. El impacto de estas restricciones sobre una industria severamente deteriorada por la desinversión y la corrupción dejan poco margen de maniobra para proyectar cómo sería la producción con una real voluntad política de arrancar el parque refinador venezolano.
Y así como con la producción de petróleo, en otros rubros y materias primas que, hasta hace poco producía Venezuela, y que hoy debe importar en un marco de bajísima transparencia y presionados por la ruina de la industria.
Daños colaterales
“Tal vez de los que estamos aquí muy pocos o ninguno va a ver un litro de esa gasolina iraní, pero con que lo vean médicos o alguna persona que lo necesite va a paliar un poco la crisis que estamos viviendo”, expresó el economista Luis Oliveros en defensa de la necesidad de que llegara la gasolina. “Que Venezuela se quede sin gasolina no va a generar un cambio político”, dijo.
Olivares no está de acuerdo con las sanciones que afectan transversalmente al país porque implican un golpe desproporcionado a los sectores más vulnerables. Cree que sí son efectivas las sanciones individuales que afectan únicamente al régimen Nicolás Maduro y quienes están implicados en casos de corrupción investigados por el departamento de Justicia de Estados Unidos.
El economista Luis Olivares sostiene que ninguna sanción históricamente ha propiciado un cambio político. Con esto se refiere a países como Cuba, que está sancionada desde 1960, sin cambios políticos trascendentes. U otros países que se suman a la lista como Irán, Corea del Norte y Rusia.
La postura del gobierno interino de Venezuela es diseñar soluciones pragmáticas que permitan levantar mecanismos para el ingreso de ayuda humanitaria dentro del marco de las sanciones estadounidenses.
El procurador especial designado, José Ignacio Hernández, explicó que las sanciones estadounidenses van más allá de querer provocar un cambio político en Venezuela, son medidas que tienen como cauce los ilícitos financieros perpetrados por el régimen de Nicolás Maduro que han afectado el sistema financiero estadounidense. “Las sanciones son para el Gobierno de EE UU un mecanismo de protección frente a la cleptocracia y a los ilícitos financieros del régimen de Maduro”.
El procurador especial defiende estas sanciones porque asegura que buscan proteger los activos venezolanos en Estados Unidos. Como el caso de la filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Citgo, el activo extranjero más grande del país que tiene tres refinerías en los estados de Texas, Illinois y Luisiana.
De Pdvsa dependía el 90% de las exportaciones en Venezuela. Con las sanciones estadounidenses, a Maduro se le hace cada vez más difícil poner en venta el crudo en el mercado internacional, y si logra hacerlo lo hará a precios muy bajos a quien acepte el riesgo de ser sancionado.
La caída de la producción del crudo que ya estaba operando a pérdida, la escasez de gasoil y gasolina y, además las divisas restringidas fuero el punto de inflexión que llevaron a Nicolás Maduro a entablar relaciones más estrechas con Irán, de ahí que este país enviara buques cargados con combustible y materiales para reparar las refinerías venezolanas.
Expertos señalan que la solución de fondo es el arranque de las refinerías, porque la gasolina iraní está lejos de satisfacer la demanda, aunque Maduro anunció un “plan de normalización del suministro de gasolina”, tras la llegada de los 4 buques.
Fuente La Patilla