Internacionales.- El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, instó este lunes a los gobiernos de Venezuela y Trinidad y Tobago a resolver sus diferencias de forma pacífica y conforme al derecho internacional, luego del reciente cruce de declaraciones entre ambos países por la supuesta presencia de «mercenarios terroristas» procedentes de la isla caribeña.
«Lo que solicito es que ambas naciones mantengan una conducta pacífica, en respeto a la ley internacional», expresó Gonsalves, quien en el pasado ocupó la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), organismo al que pertenecen ambas naciones.
Tensiones entre Venezuela y Trinidad
El llamado del mandatario se produce tras las tensiones originadas por las denuncias del gobierno venezolano, que el pasado viernes exhortó a Trinidad y Tobago a no involucrarse en “juegos geopolíticos” contrarios al interés regional. Esto ocurrió luego de que la primera ministra trinitense, Kamla Persad Bissessar, afirmara que el territorio de su país «está vedado» para ciudadanos venezolanos.
La Cancillería venezolana emitió un comunicado en el que manifestó su «profunda extrañeza» ante lo que calificó como una «reacción iracunda e injustificada» de Persad Bissessar, pocos días después de que el presidente Nicolás Maduro informara sobre la captura de un supuesto grupo de terroristas que habría intentado ingresar al país desde la vecina isla con armamento de guerra.
El 4 de junio, el ministro venezolano de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, anunció la detención de un ciudadano de Trinidad y Tobago, a quien tildó de “mercenario” e implicó en una presunta operación desestabilizadora.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Trinidad y Tobago señaló que ha iniciado una investigación y que, hasta el momento, no existen pruebas que respalden las acusaciones emitidas por Caracas.
Ante este panorama, Gonsalves pidió prudencia y descartó, por ahora, intervenir directamente en la controversia. «Si surge algún desafío, no debemos interferir en los asuntos internos de cada país, ni tampoco permitir injerencias externas. Esta situación debe manejarse con calma para evitar que se descontrole», afirmó.
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