Internacional.- La manera en que están siendo detenidas algunas de las personas migrantes en los Estados Unidos, cuando van a las audiencias a presentarse, es lamentable, toda vez que han llegado a llevarse a familias enteras.
La pregunta es ¿Qué pasa con el ICE?
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha intensificado las detenciones de inmigrantes en tribunales de inmigración en estás últimas semanas, lo que ha generado preocupación entre activistas y abogados. Según reportes, agentes de ICE han estado arrestando a personas justo después de que concluyen sus audiencias, cuyos casos están siendo archivados o desestimados.
Este aumento en las detenciones parece estar vinculado a una estrategia de expulsión acelerada de migrantes, que permite deportaciones sin un proceso judicial completo si la persona no puede demostrar residencia continua en EE.UU. por más de dos años. En ciudades como Nueva York, Phoenix, Los Ángeles y Seattle, se han registrado operativos en los que agentes esperan fuera de los tribunales para detener a inmigrantes que han asistido a sus audiencias.
Expertos legales han advertido que estas redadas pueden disuadir a los inmigrantes de presentarse a sus citas judiciales, lo que podría afectar su derecho al debido proceso. Además, se ha denunciado que algunos jueces están cerrando casos verbalmente sin permitir respuesta de la defensa, lo que facilita la intervención de ICE.
Este endurecimiento de las políticas migratorias parece estar alineado con los esfuerzos de la administración del presidente Donald Trump para acelerar las deportaciones y reducir el número de inmigrantes en el país.
Jueces le facilitan el trabajo al ICE
Para el periodista venezolano Vladimir Kislinger, experto en el tema, lo que está ocurriendo, es que, como parte de la política del Departamento de Seguridad Nacional, son estos jueces una especie de fiscales, que ahora están manejando los casos de asilo defensivo como fiscales y no como la parte demandante.
“Estos fiscales están retirando los casos, los están dejando totalmente, y al retirarlos no hay caso como tal y al no haber caso la persona automáticamente entra en un proceso de ilegalidad, y por supuesto se le allana el camino a los miembros de ICE para que los puedan detener y los puedan deportar”, explicó.
Expresó Kislinger que todo esto es parte de la política anti-inmigrante del gobierno de Donald Trump y aquí hay varias preocupaciones. Una de ellas es que, si el asilo defensivo es un recurso que ha existido en los Estados Unidos para poder presentarse por ante un oficial de inmigración y poder comprobar que tiene un miedo creíble para regresar al país ¿Por qué ya eso no se está aplicando o si por vía de ley se puede hacer como lo están haciendo?
Según el analista, originalmente esta desestimación de casos estaba ocurriendo con personas que tenían menos de dos años en el país, porque por vía de la ley de inmigración en los Estados Unidos una persona que tiene menos de dos años puede ser sometida a una deportación expeditada. Por eso quitan el caso, lo desestiman y de una vez la gente de ICE los detiene.
“Sin embargo hemos recibido denuncias de comunidades, por ejemplo, cubana, en la que personas que tienen cuatro y cinco años en Estados Unidos también se les están desestimando los casos y los están deteniendo para ser sometidos a un proceso de deportación.
Todo esto ha generado un clima adverso para la migración de los Estados Unidos, aunque responde a una consecuencia del desastre que ocurrió desde la administración anterior y ahora estamos cosechando lo que se sembró en esa oportunidad”, dijo el comunicador social.
Cómo afectan
Estas estrictas políticas migratorias en EE.UU. han tenido un impacto profundo en las familias inmigrantes, afectando su estabilidad emocional, económica y social.
– Separación familiar: La detención y deportación de padres han dejado a muchos niños en situaciones de incertidumbre y estrés emocional. En algunos casos, los menores han sido colocados en el sistema de acogida mientras sus padres enfrentan procesos legales.
– Impacto en el bienestar infantil: Los niños de familias inmigrantes, incluso aquellos nacidos en EE.UU., han experimentado ansiedad y depresión debido al miedo constante a la deportación de sus padres. La falta de acceso a servicios básicos como educación y salud también limita sus oportunidades de desarrollo.
– Dificultades económicas: La deportación de un miembro de la familia puede significar la pérdida de ingresos esenciales, lo que obliga a los demás integrantes a enfrentar dificultades financieras y, en algunos casos, la necesidad de abandonar sus hogares.
– Obstáculos para la reunificación: Las restricciones en los procesos de inmigración han prolongado los tiempos de espera para visas familiares, lo que impide que los inmigrantes puedan reunirse con sus seres queridos durante años.
– Efectos psicológicos: La incertidumbre y el miedo constante han generado altos niveles de estrés en las comunidades inmigrantes, afectando su integración y bienestar general.
A pesar de estos desafíos, organizaciones sin fines de lucro y abogados especializados están trabajando para ofrecer asistencia legal y apoyo a las familias afectadas.
