SAN FRANCISCO.- Este viernes 06 de diciembre, fueron exhumados los restos mortales de monseñor Luis Guillermo Vilchez Soto, del cementerio municipal del municipio San Francisco y llevados en procesión hasta la iglesia Santísimo Cristo, donde serán inhumados este sábado 7 de diciembre.
La imagen de «La Chinita» y los Servidores de María, custodiaron los restos de Monseñor Luis Guillermo Vilchez, desde su salida del cementerio municipal, hasta llegar a la iglesia Santísimo Cristo.
El alcalde de San Francisco, Gustavo Fernández expreso que el «padre Vílchez fue un líder social para el municipio. La historia hace justicia devolviéndolo a su casa, a la iglesia Santísimo Cristo, que logró reconstruir y elevar a Basílica Menor».
«Hoy lo acompañamos familiares y la gente que lo quiso para sembrarlo en este espacio que tantas veces compartió para enviar un mensaje de fe, confianza y de futuro», dijo el burgomastre.
Señaló que «San Francisco está de fiesta, para mí es el personaje más importante de la historia de nuestro municipio» resaltó el mandatario municipal.
La vida y legado de este connotado religioso continúa siendo motivo de celebración, al realizarse una misa de cuerpo presente presidida por el párroco Leonardo López, quien elevó plegarias por su descanso eterno y reconoció su labor como uno de los personajes más emblemáticos que ha contribuido con el desarrollo del municipio San Francisco.
Como parte de las actividades programadas, el alcalde, Gustavo Fernández, acompañado por Gustavo Ojeda, representante del gobernador Manuel Rosales, los concejales Ronald Prieto, Violeta Soto de León y familiares, rindieron homenaje postmortem como guardias de honor en capilla ardiente a Monseñor Luis Guillermo Vílchez.
Feligreses y amigos, se hicieron presente para constatar la vuelta del «socio» a la casa que lo cobijó por más de 50 años, como guía espiritual y precursor en el ámbito educacional, comunicacional, musical, cultural y deportivo en la entidad sureña.
El Padre Vílchez desde que emprendió su viaje en bicicleta proveniente de El Caimito, municipio Miranda, en los Puertos de Altagracia, hasta llegar a la Iglesia Santísimo Cristo en el año 1953, quedó grabado en la memoria y en el corazón de los sanfranciscanos, llevando su obra evangelizadora desde diversos escenarios, dejando una huella indeleble en cada alma que conoció y compartió con este extraordinario hombre de Dios, que hoy es considerado como un hijo ilustre del municipio y orgullo zuliano.
Culminada la solemne eucaristia se procedió a trasladar los restos del Padre Vílchez a la capilla lateral, donde reposarán hasta mañana 7 de diciembre, cuando sea inhumado en las instalaciones de la Iglesia Santísimo Cristo. Prensa Alcaldía de San Francisco.
EL REGIONAL DEL ZULIA