DEPORTES.- Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), enfrenta este martes 11 de febrero, su la séptima jornada del juicio que se sigue en su contra, por presuntamente abuso sexual y coacciones por el beso que le dio a la jugadora Jennifer Hermoso sin su consentimiento, tras la final del Mundial de fútbol femenino celebrado en agosto de 202
El exdirectivo, que dimitió en septiembre de ese año de su cargo en la RFEF, de la Vicepresidencia de la UEFA y que fue inhabilitado por la FIFA durante tres años, ha negado en la sede judicial todas las acusaciones.
Rubiales sostiene que pidió permiso a la jugadora preguntándole «¿te puedo dar un besito?», a lo que ella supuestamente accedió verbalmente un «vale». Según su versión, después de ese consentimiento, él le agarró la cabeza ‘como muestra de cariño’.
En su comparecencia ante el juez, el exdirectivo fue mucho más allá y aseguró que solía besar en la boca a los jugadores y jugadoras en momentos de mucha alegría. «Yo me comía a besos a un montón de futbolistas», llegó a afirmar para justificar su actitud.
El acusado también se ha desvinculado de las posteriores presiones que denunció la futbolista para que saliera públicamente a respaldar la versión de Rubiales, asegurando que tan solo se dirigió a ella una vez para pedirle que grabara un video con él y que, tras la negativa de Hermoso, no volvió a insistirle.
Sin embargo, durante su declaración sí tuvo una pequeña concesión. «Me he equivocado», afirmó al rememorar los hechos juzgados y alegar que debía haber mantenido «una actitud más fría», en vez de actuar como un jugador que acaba de ganar un Mundial.
«He pedido perdón porque mi comportamiento no fue adecuado», dijo también. El exdirectivo del fútbol español se enfrenta a una petición de pena de dos años y medio de cárcel.
Con información de Actualidad RT
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