Política.- El Carnet de la Patria ha sido señalado como un mecanismo de control social en Venezuela, utilizado por el Gobierno socialista, primero de Hugo Chávez Frías, y continuado por el actual presidente Nicolás Maduro; como un sistema que ha venido condicionando, cada vez más evidente, el acceso a beneficios estatales.
Este documento, que incluye un código QR, creado como una herramienta de protección social cuyo propósito era el de gestionar programas sociales, está siendo criticado duramente por su uso en procesos electorales y en la distribución poco equitativa de subsidios.
Para muchos analistas del tema político y social, este carnet se transformó una red de control ciudadano en todos los aspectos de la vida diaria, donde el más grave es el psicológico.
Diversos informes indican que el carnet ha sido empleado para monitorear el apoyo político de los ciudadanos y condicionar el acceso a recursos esenciales, como alimentos, gasolina y pensiones.
¿Te vigilan o te ayudan?
Este mecanismo, bandera del chavismo, se convirtió en un ente de vigilancia. En algunos casos, se ha denunciado que quienes no poseen el carnet enfrentan dificultades para recibir ayudas gubernamentales, lo que genera una división entre quienes están registrados y quienes no.
Es difícil consultar abiertamente sobre los pros y los contras de este beneficio a los usuarios, pero unos de ellos sin querer identificarse, aseguran que si no eres adepto al oficialismo ellos lo saben y no recibes los bonos que se aprueban.
La muestra es Ana Arrieta, quien es pensionada por el Seguro Social Venezolano, y no fue sino después de muchos reclamos que pudo recibir el bono de guerra que equipara la pírrica pensión de 130 bolívares que recibe. Estuvo 3 años recibiendo en su cuenta de pensión solo el salario mínimo, ahora cobra el bono de guerra, pero el resto de los bonos no le llegan.
Además, el carnet ha sido integrado en sistemas digitales de pago y subsidios, lo que refuerza su papel como herramienta de control estatal. Organizaciones de derechos humanos han advertido que su uso puede fomentar la discriminación política y la exclusión social.

Sistema Patria: Entre la Inclusión y la Coacción
División entre quienes están registrados y quienes no
Diversos informes indican que millones de venezolanos carnetizados con este mecanismo pasaron del subsidio a la sumisión. Quienes no poseen el carnet no reciben ayuda gubernamental, y hasta en los casos de los que sí lo están registrados, pero no son obedientes al régimen, dejan tener acceso a sus beneficios. Entonces se trata es de si eres leal al Estado o no. Estamos frente a un instrumento de control social creado para premiar la lealtad al régimen y no para saldar sus necesidades.
¿De dónde salió esta propuesta? No fue de a cabeza del extinto líder socialista Hugo Chávez y su interés por ayudar a los más vulnerables, sino que fue importado desde China copiando su modelo de crédito social de corte comunista.
Tus datos alimentan su poder sobre ti
Este sistema exige datos sensibles como identidad, salud, empleo, filiación política, familiares y ubicación, que debe ser actualizada con frecuencia, además de que es obligado que la mayoría de quienes obedecen a la coacción de ser un beneficiario del carnet, son obligados a escanear el carnet al votar en cualquier proceso electoral, mostrando así su apoyo al partido de Gobierno PSUV, lo cual sino obedeces quedas fuera de los anhelados bonos, además te quedas sin gas doméstico sin medicina y sin gasolina, que son beneficios distribuidos y controlados a través del sistema Patria.
Los datos obtenidos por el sistema alimentan una big data e inteligencia artificial que clasifican a los ciudadanos para transformar el sistema en un mecanismo de vigilancia y castigo, acciones que afectan al ciudadano también en su parte emocional, ya que juegan con sus necesidades básicas, donde el estómago es la clave, y como decía Maquiavelo: el que te domina el estómago te domina el cerebro.
El miedo al hambre lleva directamente a la sumisión y para ser incluidos, una gran parte de los venezolanos entregan como corderos el acceso a su privacidad a cambio de una bolsa de comida o un bono que les permita al menos comer una vez al día.
Esta claro que el objetivo del Carnet de la Patria al igual que lo es la Tarjeta de Alimentación cubana, es un beneficio social que termina solapando una intencionalidad política de control ciudadano que refuerce el poder que posee el Gobierno, renunciando con cada bocado de comida, cada litro de gasolina o cada cilindro de gas, es visto como sus dos rodillas en tierra, representando una victoria para el que gobierna a base del control y la sumisión del pueblo.