POR: ABG. NILMARY BOSCÁN MALDONADO.
La vida laboral de una persona es importante para su desarrollo y crecimiento tanto personal como económico, para si mismo y su círculo familiar. Provee el sustento y aporta nuevas experiencias de aprendizaje, así como también da la oportunidad de aportar habilidades y talentos para alcanzar metas. En fin, el trabajo es un derecho fundamental y esencial para la realización de otros derechos humanos y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana.
Ahora bien, cuando no existe un equilibrio entre el trabajo y el descanso, esto puede ocasionar severas consecuencias en el organismo tanto físicas como emocionales, que pueden desencadenar en estrés, depresión y una serie de problemas derivados del agotamiento, que pueden afectar el rendimiento y la calidad de vida del afectado.
El agotamiento laboral, es un tipo de estrés relacionado con el trabajo que causa desgaste físico o emocional, no es un diagnóstico médico, la persona puede sentirse desmotivada, inútil, impotente y vacía. Puede representar falta de energía vital o aburrimiento que tiene como raíz muchos factores que inciden en el comportamiento del trabajador, restándole energía física y mental para seguir sus labores, incluso afectando su vida familiar y social. Sentirse atrapado en la rutina del día a día, los problemas constantes en el trabajo, la falta de descanso, no tener derecho a opinar en el trabajo sobre sus horarios, tareas o carga de trabajo puede derivar en agotamiento laboral. No tener los recursos necesarios para hacer el trabajo, la falta de claridad sobre lo que se espera de ti, la ausencia de reconocimiento por más que te esfuerces, presiones, exigencias fuera de lugar, conflictos con otros, acoso u hostigamiento laboral, maltrato verbal, sentir que no eres tomado en cuenta, indiferencia por parte de tus superiores, falta de apoyo, intromisión exagerada e innecesaria por parte de tus jefes, exceso de trabajo y poco tiempo para ejecutarlo, entre otros factores incluso personales, pueden causar este padecimiento.
El agotamiento laboral es una consecuencia de diversas situaciones negativas que afectan al trabajador en su parte emocional y motivacional que incluso puede somatizarse en el organismo a través de distintos síntomas físicos como por ejemplo la pérdida de energía, falta de vitalidad, desánimo, tristeza, tensiones musculares, que dificultan el buen desempeño laboral.
Este no es un tema solo del trabajo, también hay implicaciones personales, porque el trabajador muchas veces pasa por problemas familiares, de pareja, enfermedades o situación económica que le abruman de preocupaciones y angustias, sumado a los problemas en el trabajo es realmente un desgaste. Escuchamos decir “los problemas de la casa se quedan en casa igual que los del trabajo” pero resulta que todas las personas no reaccionan de la misma manera. Hay situaciones duras que solo las sufre quien las vive, con la esperanza de encontrar una solución muchas veces lejana. También las responsabilidades y cargas propias del hogar afectan como: cuentas por pagar, deudas, gastos mensuales, manutención, enfermedades, etc.
Cada cabeza es un mundo y cada uno conoce sus goteras. Sin embargo, aunque exista el agotamiento laboral derivado de miles de causas incluso las personales es importante saber que existen herramientas que permiten a la persona renovar su energía vital y continuar con entusiasmo. Las empresas deben tener a disposición un equipo de psicólogos y médicos que orienten a los trabajadores que padecen de agotamiento laboral o cualquier otro trastorno emocional, mediante técnicas y herramientas que les permitan salir del cuadro en el que se encuentran y recuperar su salud. De igual manera fomentar la creación de una oficina de bienestar laboral que incentive a realizar actividades diversas para que los equipos de trabajo tengan espacios de recreación y esparcimiento incluyendo al núcleo familiar. Por otra parte, conversar sobre tus problemas con las personas indicadas sirve para drenar y liberar cargas, incluso buscar el equilibrio entre el tiempo de trabajo y espacio personal.
Existen hábitos y pautas que podemos incorporar para evitar llegar al límite del agotamiento, algunos básicos son: Establecer límites saludables en el trabajo, fijar horarios razonables, delegar tareas y aprender a decir no cuando sea necesario, desconectarse digitalmente fuera del horario laboral, planificar periodos de descanso y vacaciones. Incluir días libres periódicos ayudan a recargar pilas, no descuidar las relaciones personales y las aficiones que nos generen bienestar, adoptar hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio físico, un cuerpo cuidado refuerza la mente, practicar la atención plena y la meditación para gestionar pensamientos intrusivos y buscar apoyo profesional si los síntomas se agravan o cronifican. No hay que tener miedo o vergüenza en pedir ayuda.
Recuerda que la salud es el tesoro más preciado que debemos cuidar para poder desarrollarnos en todas las áreas de nuestra vida.
Abg. Nilmary Boscán Maldonado.
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